El 98 por ciento del cultivo de café en México es bajo sombra, lo que garantiza el cuidado y preservación de ecosistemas como el bosque de niebla, de ahí la importancia de continuar en esta técnica, dijo el académico-investigador de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana, Gabriel Díaz Padilla.

“Se ha probado que cuando se traen variedades de pleno sol, en tres o cuatro años ya no tienen rendimiento”, añadió. Para esta región (arriba de los mil metros sobre el nivel del mar), remarcó, “sería un impacto agroecológico importantísimo”, sobre todo por el bosque de niebla que cobija las plantaciones de café.

El también colaborador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), mencionó que el país sí podría incursionar en el café a pleno sol, pero con variedades de menor calidad como el robusta, “el que usa la Nestlé para el soluble”, y que se da desde los 150 hasta los 700 metros sobre el nivel del mar.

“La pregunta clara es, ¿quieres cantidad o calidad? Yo diría que calidad.” El científico también detalló que la etapa fenológica de la planta del café, que ha sido registrada como la más sensible a la variación del clima, es la floración.

Lo anterior fue parte de la conferencia “El cambio climático y su impacto en el potencial productivo del café en México”, que Gabriel Díaz impartió el miércoles 26 de marzo en la Sala de Usos Múltiples de la Facultad de Instrumentación Electrónica y Ciencias Atmosféricas, como parte de las actividades del Día Meteorológico Mundial 2014 “Comprometiendo a los jóvenes con el tiempo y el clima”.

Esta actividad fue organizada por el cuerpo académico Hidroclimatología de la citada Facultad .

La climatología y la roya
Otro tema que expuso el científico fue “Modelación espacio-temporal de la vulnerabilidad ecológica y social de la roya del cafeto en México”. Indicó que se trata de la enfermedad más destructiva del cafeto, cuyos efectos empezaron en la década de los ochenta y posteriormente desapareció.

Sin embargo, volvió a manifestarse en el ciclo productivo 2012-2013 como “el peor de los casos visto en Centroamérica y México desde que llegó la enfermedad a la región, hace más de 40 años”. De ahí que el INIFAP realizara un estudio al respecto.

“Una de las áreas menos recurrentes es estudiar la climatología enfocada a la modelación de plagas y enfermedades. Creo que hay toda un área para estudio sumamente importante”, dijo el científico a los estudiantes.

En el estudio que realizaron modelaron en espacio y tiempo la vulnerabilidad ecológica y social a la roya del café.

El nuevo brote de la plaga tiene cuatro hipótesis: condiciones atípicas de 2012 a 2013; que el hongo haya mutado a una nueva raza; que las plantaciones estuvieran con muy mal manejo, casi abandonadas; o una interacción de todo lo anterior, enlistó.

Los comentarios están cerrados.