Nuestro país no tiene calidad moral en este momento para hacerse respetar ante Estados Unidos, hasta en tanto no termine con la corrupción y la ausencia del estado de derecho, lamentó el exprocurador general de la República, Diego Valadés.
“Hace 20 años estaba planteada la necesidad de reformar el Estado mexicano; cuando se empezó a dar el cambio en el orden electoral, se consideró hacer un cambio en las instituciones de gobierno, pero esto no ha sucedido y se está generando una debilidad interna que nos está llevando a este colapso en el estado de derecho”.
Entrevistado al término de su participación en el Encuentro Empresarial Morelos 2016, organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana -organismo que es parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico- Diego Valdés señaló que una prueba del daño que se ha causado, es que nuestro país es de las únicas naciones en el mundo con exgobernadores a “salto de mata” al mantenerse el caciquismo.
“El sistema hegemónico tenía un gran control sobre el desempeño de los gobernadores, partía del reconocimiento de que se carecía de legitimidad en el origen y se buscaba la legitimidad en el desempeño. Lo que ocurrió es que ahora desde el principio se tiene legitimidad en el origen y se ha abandonado la legitimidad en el desempeño porque no se substituyó el control que se tenía vertical, que era antidemocrático, por un control democrático, entonces ahora encontramos que ha renacido en prácticamente todos los estados del país el caciquismo, que propicia el desbordamiento de la corrupción en el ámbito local.
“Esto que nos pasa, no le pasa en este momento a ningún otro país de este nivel, esto habla no de que aquí seamos corruptos y en otros países no, sino que aquí no tenemos instituciones que en otros países, por fortuna para ellos, sí tienen”.
De esta forma, el jurista señaló que ante la situación actual que vive nuestro país, lo que se necesitaría es contar con instituciones muy fuertes, de manera que se diga que hemos superado la corrupción, violencia, pobreza y que la exigencia no es solamente que se apiade el presidente de Estados Unidos de los mexicanos, sino que entienda que está tratando con una potencia moral, lo cual no somos en este momento ni frente al vecino del norte ni frente al mundo.
Por otra parte, Diego Valadés, expuso ante los medios de comunicación, lo que él llamó temor al fracaso de los juicios orales en México.
“A pesar de que se dijo durante 8 años o más, no se hicieron las adecuaciones necesarias para hacer de ese proyecto y ahora realidad lo necesario. Pondré dos ejemplos, era necesario proceder a la colegiación de los abogados, para que hubiera la posibilidad de que quienes ejercen la profesión del derecho, que son los intermediarios entre la justicia y el justiciable, fueran objeto de control en cuanto a su capacidad profesional y su idoneidad ética, esto no se hizo. Todos los países donde hay oralidad, hay colegiación de los abogados.
“Segundo, tampoco hubo control sobre la educación del derecho; en este momento en México hay más de mil 700 escuelas de derecho, un altísimo porcentaje solo son escuelas que defraudan a los jóvenes educandos, se están produciendo generaciones enteras de abogados que no saben litigar y que no saben nada de derecho”, advirtió.
Un país como el nuestro que entra a la oralidad, sin haberse ocupado por la educación jurídica y por el ejercicio de la profesión jurídica expone al sistema al fracaso, eso para no hablar de otras circunstancias como la extrema violencia que hay en México, la cual no se produce en los países en donde existe este sistema de enjuiciamiento como los Estados Unidos.