La energía geotérmica es el calor que se encuentra almacenado en el fondo de la tierra y puede extraerse por medio de pozos perforados. En México existen más de mil zonas de mediana y baja temperatura que representan un enorme potencial en el desarrollo de este tipo de energía, de las cuales 276 son de gran interés.
Así lo aseguró la doctora Aída López Hernández, de la Facultad de Ingeniería Civil, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSN), quien agregó que esta diversidad de zonas en el país son de baja entalpía (cantidad de energía) en donde se generaría poca electricidad, pero suficiente para alimentar industrias locales, lo que podría atraer inversión de particulares y ayudaría al desarrollo de este sector en el país, gracias a la reciente reforma energética.
La UMSN encabezará un proyecto conjunto entre universidades mexicanas y europeas, el cual cuenta con un fondo de 20 millones de euros, manejados por un convenio de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Secretaría de Energía y la Unión Europea, para la aplicación y desarrollo de tecnología en Los Humeros y Acoculco, zonas geotérmicas en el estado de Puebla.
En el caso de Los Humeros se trata de un área con yacimientos de fluidos supercríticos, es decir, muy ácidos y de alta temperatura, en donde se desarrollarán nuevas tecnologías que servirán para la producción de energía eléctrica, en condiciones similares y que tendrán un área de aplicación a nivel mundial.
En tanto, en Acoculco existe muy alta temperatura pero no hay permeabilidad, por lo que es necesario desarrollar tecnología para mejorar sus condiciones, que lo convertirán en un campo geotérmico mejorado que generará energía en un futuro.
Tanto Los Humeros como Acoculco son actualmente administradas por la Comisión Federal de Electricidad CFE, al igual que otras zonas como Los Azufres, Michoacán y Cerro Prieto, Baja California.
Sobre la inversión en infraestructura para el aprovechamiento de energía geotérmica, López Hernández explicó que al principio es fuerte; sin embargo, una vez que se obtienen los fluidos adecuados, es posible generar electricidad a bajo costo, lo que convierte a la geotermia en una actividad rentable.
Si bien usualmente se utiliza la energía geotérmica en la generación de electricidad, también tiene otras aplicaciones, como la calefacción y la refrigeración. En la industria de alimentos pueden utilizarse los fluidos directos para favorecer procesos como el empaque y la conservación de alimentos, y en refrigeración.
Además, en las zonas geotérmicas de baja temperatura es posible instalar “bombas de calor”, las cuales pueden ser utilizadas para refrigerar una casa, por ejemplo.
Respecto a la creencia de que la producción de energía geotérmica es contaminante, la especialista explicó que ello depende de la forma en que se hagan las instalaciones. Inicialmente hubo algunos problemas de contaminación, pero se han controlado gracias al desarrollo de tecnologías que permiten que la vegetación de las zonas de producción permanezca intacta, como es el caso de Los Azufres, Michoacán. Ello gracias a que los fluidos se inyectan a profundidad y a que se cumplen con las normas ambientales que permiten que los campos funcionen correctamente.
En el proyecto internacional, que iniciará en otoño próximo y tendrá una duración de tres años, participan 24 instituciones europeas las cuales pertenecen a 10 naciones; por México, además de la UMSN son parte del mismo la UNAM, el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), el Instituto de Investigaciones Eléctricas y la empresa Geominco, S.A.
Se trata de un fondo en donde tanto la Secretaría de Energía aportarán diez millones euros, mientras que el resto lo aportarán los países de la Unión Europea.
Investigación y Desarrollo