La ecología conductual humana es una disciplina que se desarrolló hace aproximadamente 40 años y estudia el comportamiento del hombre desde una perspectiva evolutiva; desde sus inicios consideró conceptos propios de la economía y la ecología para explicar lo que los humanos hacen en términos de lo que cuesta subsistir bajo diversos ámbitos, explicó el investigador Luis Pacheco Cobos, de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV).
“Los estudios de esta disciplina apuntan hacia tres grandes temas: la producción, la reproducción y la forma de compartir los recursos”, indicó. El primero conduce incluso hacia los principios del acopio de alimentos a un nivel primario –cacería, recolección de frutos– y cómo las diferentes culturas han hecho uso de los recursos a la mano. Como derivación de ello, estudia las circunstancias que condicionan la forma como se comparten esos recursos.
El terreno de estudio es tan amplio que se diversifica hacia la sociología, la antropología y la ecología, que son las ciencias que más contribuyen con sus conceptos para nutrir la ecología conductual humana. Se trata de un contexto eminentemente multidisciplinario y esa horizontalidad se extiende hacia la economía, la biología y la psicología, entre muchas otras áreas del conocimiento.
“La reproducción es algo que nos interesa mucho. Hemos observado que en un contexto citadino, las mujeres se reproducen a una edad más avanzada que las que viven en comunidades rurales”, manifestó Pacheco Cobos. “El número de hijos también es sensiblemente menor. Hay toda una serie de detalles que nos aportan información valiosa en torno a las estrategias que el ser humano implementa para adaptarse a su ámbito y subsistir. Cómo afecta la disposición de esos recursos, es otro renglón importante”.
El entrevistado propuso un método de registro detallado combinado con monitoreo satelital con sistemas de posicionamiento global (GPS) y una investigación profunda en torno del conocimiento ecológico tradicional, para monitorear durante los años que sean necesarios la forma en que cambia la disponibilidad de recursos en los bosques.
Egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Pacheco Cobos inició en el estado de Tlaxcala una serie de estudios relacionados con los hongos silvestres comestibles, así como la forma en que las comunidades los recolectan y distribuyen entre sí.
Su intención es hacer extensivas aquellas investigaciones hacia territorio veracruzano, inicialmente en la zona aledaña al cofre de Perote y, después, a cuantos lugares sea posible abarcar: “Porque de esta forma podemos hacer un estudio comparativo del uso de recursos similares entre diferentes grupos”.
En el estudio de las milpas y las afectaciones a los cultivos de maíz por diferentes factores –incluyendo la densidad demográfica– es posible prever cómo habrán de modificarse los ciclos agrícolas para tratar de producir alimento suficiente, en la medida en que la población se incrementa.
El investigador indicó que actualmente está la propuesta de incorporar la disciplina de ecología conductual humana en las maestrías de ciencias biológicas. Por lo pronto, parte de estos conceptos se consideran en experiencia educativa Etnobiología, en la Facultad de Biología de la UV.