No quedaron rastros de los nervios y de la incertidumbre que acompañaron a los 170 concursantes durante su participación en la XXIII Olimpiada Nacional de Biología. La entrega de 14 medallas de oro, 24 de plata y 25 de bronce que se otorgaron en la ceremonia de clausura y premiación ayer por la noche hizo que los rostros de todos los estudiantes expresaran alegría, fuera por la satisfacción de un buen desempeño, por el gusto de felicitar a los compañeros ganadores o por las experiencias vividas en los últimos días.
En el auditorio “Gral. Emiliano Zapata Salazar” de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), institución anfitriona del certamen, la delegación de Nuevo León arrasó con los primeros lugares al ganar cuatro preseas doradas, así como una de plata y otra de bronce (4-1-1). Le siguieron los equipos de Michoacán con 2-4-0, Veracruz 2-3-0 y San Luis Potosí 1-2-1. Las representaciones de Sonora, Querétaro, Campeche y Distrito Federal también obtuvieron una medalla áurea.
El delegado neolonés Rafael Cavazos González comentó que los buenos resultados obtenidos por los jóvenes a su cargo se debió, por un lado, a su trabajo arduo y constante, pero también al interés y compromiso de profesores y autoridades de la Universidad de Nuevo León. En esta ocasión, trabajó con un equipo compuesto de 45 maestros tanto de nivel superior como de preparatoria de la misma universidad que prepararon a los jóvenes desde el pasado mes de diciembre.
“Los estudiantes de todas partes del país son excelentes pero creo que les hace falta más asesoría y más de gente comprometida para apoyarlos”, afirmó.
En el equipo Michoacán, el delegado Homero Garza Horrostiela aseguró que la preparación constante también ha sido fundamental en la cosecha de logros de dicho estado desde ediciones anteriores de la Olimpiada. En este caso, los asesores son principalmente ex olímpicos de este mismo certamen que, junto con Garza, dieron clases a los estudiantes los fines de semana a lo largo de cuatro meses para que se presentaran a la etapa estatal. Los estudiantes seleccionados acudieron después a un entrenamiento intensivo que duró dos semanas antes de la etapa nacional.
Homero Garza agregó que lo que más le ha dado satisfacción a lo largo de los diez años que lleva al frente de la delegación purépecha es que los estudiantes adquieren una nueva concepción del estudio. “Lo que intento inculcarles, aparte de los conocimientos, es que tienen que estudiar todos los días, no solo para esta competencia sino para la vida; porque finalmente esto es una satisfacción momentánea pero lo que les queda es para su futuro”.
Por su parte, Katherine Rodríguez, medallista áurea por Veracruz, dijo sentirse muy emocionada por el resultado. Su preparación fue diferente, comentó, al haber estudiado en su tiempo libre guiada por las asesorías de una sola profesora con quien dijo sentirse profundamente agradecida. “También le doy gracias a mis papás que me dieron todo el tiempo, a la escuela y a todas las personas que me apoyaron”, añadió.
La ceremonia de premiación fue presidida por el gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez; la secretaria de Educación estatal, Beatriz Ramírez Velázquez; la coordinadora de la Olimpiada Nacional de Biología, Cristina Revilla Monsalve, el delegado federal de la Secretaría de Educación Pública de Morelos, José Renato Iturriaga, y el rector de la UAEM, Jesús Vera Jiménez.
Al evento de clausura también asistió el michoacano Noé Reyes Mijares, medallista de plata en la pasada Olimpiada Iberoamericana de Biología, quien dirigió unas palabras a los participantes:
“Piensen que esto es más que una prueba de conocimientos y de habilidades de laboratorio, véanlo como un evento en su vida que les ayudará a comprender sus propias habilidades y deficiencias y en el que bien podrían llegar a descubrir su vocación. Me consta, desde que participé en la etapa estatal, que no es necesario llegar hasta acá para (la obtención de medallas) pues me encontré a personas que descubrieron que la biología era lo que más les gustaría hacer y no importaba que no hubiesen ganado”.
Y les recordó: “El objetivo de esta competencia no solo es en la que participan, sino la que tienen con ustedes mismos, no es una medalla sino consolidar su gusto por la ciencia”.
En ese sentido, el rector de la UAEM, Jesús Vera, tuvo palabras de ánimo para los alumnos que no obtuvieron presea, a ellos, que enriquecieron y aumentaron la competitividad del certamen con su participación, les expresó: “No lo vean como un fracaso sino como una oportunidad para conocerse más y saber qué áreas deben atender de manera prioritaria”.
Por su parte, el gobernador Graco Ramírez resaltó la importancia de este certamen y el apoyo a los futuros biólogos: “Ustedes, con sus conocimientos y sus aportaciones, nos permiten a los que hacemos las políticas públicas, entender que la vida es fundamental y prioritaria, así que no simplemente son ejercicios de laboratorio, están haciendo ciencia para preservar la vida y para el futuro de todas y todos.”
Revilla Monsalve también reconoció el esfuerzo de todos los estudiantes para asistir a este concurso nacional: “Felicidades porque lo lograron, no cualquiera lo logra. Una vez más, hemos podido cumplir el objetivo de la olimpiada que es identificar a los jóvenes talento que destacan por sus conocimientos biológicos para apoyarlos en su desarrollo futuro como investigadores y como docentes en el área de la biología”.
Los estudiantes ganadores de oro conforman desde ahora una preselección que recibirá un entrenamiento en la Ciudad de México y que servirá para integrar posteriormente los equipos que representarán al país en las próximas Olimpiadas Internacional e Iberoamericana de Biología, a efectuarse en Bali, Indonesia, y en la Ciudad de México, en julio y septiembre próximos, respectivamente.