Obreros de la construcción, los que registran mayor número de lesiones en México

En México, los trabajadores de la construcción tienen una de las tasas más altas de lesiones entre los obreros debido a las condiciones laborales, la falta de capacitación adecuada y el uso indebido del equipo de seguridad, todo lo cual resulta en lesiones graves e incluso la muerte.

La utilización de andamios, escaleras, material pesado y químicos peligrosos aumentan de manera considerable el riesgo de accidentes en ese sector, explicó la licenciada Erika Yael Carbajal Jiménez, egresada de la Licenciatura en Psicología de la Unidad Xochimilco de la UAM.

Al dictar la conferencia Historias de vida, trabajo y salud de los obreros de la construcción, impartida en el auditorio Un paseo por los libros del pasaje Zócalo-Pino Suárez, dijo que la mayoría de trabajadores del ramo carecen de las prestaciones de ley, así como de herramientas e infraestructura para llevar a cabo su trabajo.

Por tales circunstancias son los más vulnerables a accidentes, despidos y falta de prestaciones, debido a que sus derechos como empleados son ignorados.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó en 2013 un total de 714 mil trabajadores del ramo, 89.4 por ciento hombres y 10.6 por ciento mujeres, de los cuales un porcentaje mínimo disfruta de prestaciones.

Carbajal Jiménez señaló que pese a que dicha industria representa mayor riesgo de accidentes laborales en el país es la que menos derechos otorga a los obreros, pues carecen de acceso a vivienda digna y atención médica efectiva.

Los albañiles que se desempeñan en grandes obras, cuando firman un contrato no leen con detalle y en ocasiones los obligan a signar renuncias anticipadas, cuando recién inician un trabajo.

Esto, sin saber que están a expensas del patrón y en cualquier momento podrían perder su trabajo. También sucede que ya están laborando y por medio de la presión social, los patrones les dicen que si no renuncian no van a volver a firmar un segundo contrato. La egresada de la UAM reconoció que estas prácticas son ilegales.