¿Por qué la gente cree en cosas raras? Alrededor de esa pregunta trabaja Michael Shermer (Glendale, California, 1954), director y fundador de la revista Skeptic, columnista mensual para la revista Scientific American, profesor adjunto en la Universidad Claremont Graduate y la de Chapman (EE UU), y productor y copresentador de la serie Explorando lo desconocido del canal Fox Family.

¿Por qué las respuestas de la pseudociencia suelen ser más populares que la propia explicación científica?

La pseudociencia es, a menudo –pero no siempre– más popular porque ofrece respuestas rápidas y fáciles, además de que generalmente confirma la creencia de que hay fuerzas misteriosas que los científicos no pueden explicar. Suponen un estímulo para la imaginación de las personas. Por el contrario, la ciencia es un trabajo duro que requiere pensar, un ejercicio que a la mayoría de la gente no le gusta hacer.

Un físico que estudia la materia del universo, o un biólogo que se dedica a la teoría de la evolución, pueden a la vez tener fe en un Dios creador. La fe no es incompatible con la profesión científica, aunque, sin duda, presente inconsistencias intelectuales. ¿Cómo lo explica?

Esto sucede debido a lo que yo llamo lógica de compartimentos estancos, como cuento en un artículo que publico en la próxima edición de la revista Scientific Americantitulado «Logic Tight Compartments”. Nuestra lógica de compartimentos estancos está influenciada por nuestras emociones morales que nos llevan a distorsionar los datos y las pruebas a través de un proceso llamado razonamiento motivado.

¿En qué consiste esta teoría?

Por ejemplo, el módulo que contiene nuestras preferencias religiosas motiva a los creyentes a buscar y encontrar hechos que apoyen el modelo bíblico sobre una Tierra joven en la cual debe negarse la abrumadora evidencia de la existencia de una Tierra antigua. El que contiene nuestras predilecciones políticas, si es de inclinación conservadora, motiva a los procapitalistas a creer que cualquier intento de limitar la contaminación industrial por la amenaza del calentamiento global es un engaño liberal.

En España, recientemente una presentadora de televisión emitió su opinión personal acerca de la donación de órganos, declarando que «no se ha demostrado científicamente» que con un trasplante no se pase también el alma de la persona. ¿Se ha encontrado con muchos casos de este tipo?

No hay ni una pizca de evidencia de la existencia de un alma, ni en el cerebro ni en los otros órganos del cuerpo. Es un mito común que la gente cree, como ​​que «las cosas del alma» se trasladan con los órganos, pero no es así. Estas creencias se explican fácilmente por el imaginario popular. Algo parecido observó el psicólogo Bruce Hood al hacer una serie de experimentos maravillosos en los que preguntaba a la gente si querían llevar la chaqueta de Hitler y todo el mundo respondía que no por miedo a que el demonio los poseyera, pero ni siquiera era realmente una chaqueta que perteneciera a Hitler. Todo estaba en la imaginación de los participantes.

A partir de su experiencia en el campo de los fenómenos paranormales, ¿cuáles son los mitos más comunes y más arraigados en las creencias populares?

Los más populares en la actualidad son los OVNIs (por ejemplo, el mito de que hubo alienígenas que aterrizaron en Roswell, Nuevo México), las teorías de la conspiración (como que el 11 de septiembre fue un trabajo interno de la administración Bush), y Dios y la religión, un mito que no es probable que desaparezca a corto plazo.

¿Cuáles cree que son las más dañinas?

Cuando algunas personas han defendido que las vacunas causan enfermedades como el autismo, que es falso, ha llevado a la gente a dejar de vacunar a sus hijos hasta el punto de que la inmunidad de grupo en las comunidades pequeñas se está desmoronando y ha habido un resurgimiento de enfermedades transmisibles. Esto es muy peligroso para las sociedades.

A lo largo de la historia, ¿cuáles son para usted los mitos pseudocientíficos más importantes negados por la ciencia?

En general, la ciencia ha demostrado de manera concluyente que no hay nada que sea paranormal o sobrenatural. Solo existe lo normal, lo natural y los misterios que aún tenemos que explicar a través de la ciencia. Esto incluye a Dios.

Usted se denomina como ‘escéptico’. ¿Todo lo que existe tiene una explicación lógica y se puede exponer a través de un método científico?

Sí, como ya he dicho, no hay nada paranormal o sobrenatural. La ciencia solo se ocupa de las explicaciones de los fenómenos naturales. Que no pueda explicar algo en la actualidad de forma científica no implica que tenga detrás fuerzas sobrenaturales. Solo significa que la ciencia no puede explicar todo en este momento, pero a la larga lo hará.

Si ‘x’ es un misterio y la ciencia no tiene una explicación para ‘x’, algunos tratan de explicarlo a través de una fuerza sobrenatural o agente. Error, no es suficiente. Todavía falta buscar una explicación natural, que es lo que hace la ciencia.

El próximo número de la revista Skeptic (Escéptico) tratará de resolver preguntas tales como: ¿Por qué hay algo en vez de nada? ¿Cómo puede el universo ser creado sin un creador? ¿Es EE UU una nación cristiana? La física de los OVNIs: ¿Cuán realista es que una nave espacial pueda viajar distancias interestelares hasta la Tierra?, entre otros.

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