¿Por qué estudiar murciélagos? ¿y los vampiros existen?

Los murciélagos se utilizan muy a menudo como mitológicos vampiros en películas y libros, como “Drácula” de Bram Stoker. Los murciélagos vampiros, en la ficción, también consumen sangre, generalmente para sobrevivir; estos seres suelen perforar el cuello de sus víctimas con sus agudos colmillos y sorben la sangre del área perforada. Los vampiros ficticios también son generalmente nocturnos, y raramente salen durante el día, al igual que los murciélagos vampiros. Entre otras facultades de estos seres ficticios se incluye la posibilidad de que sus víctimas se transformen a su vez en vampiros, o la capacidad de convertirse ellos mismos en murciélagos, adquiriendo sentidos similares a estos animales, y en muchas películas de terror un murciélago llega hasta la ventana de su víctima y de forma mágica se transforma en el mitológico vampiro, recordemos “Hotel Transilvania”.

Sábados en la Ciencia

Con el tema de los murciélagos finaliza el 18 de mayo el primer ciclo de charlas y talleres del programa“Sábados en la Ciencia” que organiza la Academia Mexicana de Ciencias y la Universidad Veracruzana. En esta ocasión Mariana Barbosa y Rolando Arboleda ofrecen a los niños y sus papás un taller sobre los quirópteros, a las 11 horas en el Museo de Antropología y a las 12 el Dr. Ricardo López Vilchis nos responderá la pregunta ¿Por qué estudiar murciélagos?. La entrada es libre

En la charla se muestra que los murciélagos son animales muy importantes desde muchos puntos de vista: han estado presentes en diversas manifestaciones culturales en muchas sociedades humanas, juegan un papel destacado desde el punto de vista económico, son muy importantes para el manteniendo de los ecosistemas, actúan como controladores muy eficientes de plagas de insectos, tienen gran importancia en la salud pública. También se muestran algunos aspectos relevantes de su biología y ecología.

El ponente es Investigador del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Nació en Córdoba, Veracruz, México. Obtuvo la Licenciatura en Biología, la Maestría y el Doctorado en Ciencias, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

Entre sus principales logros académicos se encuentran el tener publicados más de 60 artículos de investigación en revistas especializadas nacionales e internacionales, 12 libros, así como varios artículos de divulgación científica.

Es Miembro del Grupo de Especialistas en Quirópteros (Chiroptera Specialists Group) de la IUCN desde 2005.

Sus líneas de investigación actualmente se centran en el estudio de los aspectos básicos de la biología (alimentación, reproducción, distribución, etc.) de murciélagos, así como en el estudio de la ecología, la filogeografía y la evolución de especies selectas de murciélagos mexicanos.

También esta interesado en la Filosofía de la Biología abordando temas como la ética de la conservación y la historia de la biología.

 

Murciélagos vampiro

Los murciélagos vampiro (Desmodontinae) son una subfamilia de mamíferos quirópteros que se nutren con sangre, rasgo nutricional denominado hematofagia. Hay tres especies de murciélago que se nutren únicamente con sangre: el vampiro común; el vampiro de patas peludas y el vampiro de alas blancas. Las tres especies son originarias de América, extendiéndose desde México a Brasil, Chile y Argentina.

El hecho de que las tres especies conocidas de murciélagos vampiros sean más similares entre ellas que a cualquier otra especie de quirópteros, sugiere que el hábito hematófago (alimentarse de sangre) tuviera un desarrollo único y que las tres especies pueden compartir un ancestro común.

El murciélago vampiro tiene un hocico corto, cónico y carece del pliegue membranoso de piel en la nariz presente en muchas especies de murciélagos; en su lugar tiene unas almohadillas desnudas con surcos en forma de U en la punta.

Generalmente tienen orejas pequeñas y una membrana caudal corta. Sus dientes delanteros están especializados en el corte y sus dientes traseros son mucho más pequeños que en otros murciélagos. Su sistema digestivo está adaptado a su dieta líquida, y su saliva contiene una glicoproteína, la draculina (el nombre proviene por supuesto, de la leyenda del Conde Drácula), que impide que la sangre de la presa coagule.

El colículo inferior, la parte del cerebro del murciélago que procesa el sonido, está adaptado para localizar el sonido regular de la respiración de los animales mientras duermen, de esta forma los ataca lamiendo su sangre, que forma su principal fuente de comida.

 

Alimentación

Los vampiros sólo cazan cuando está totalmente oscuro. El vampiro sudamericano o vampiro común no es muy escrupuloso y se nutre de cualquier animal de sangre caliente, mientras que tanto el vampiro de patas peludas, como el vampiro de alas blancas se nutre con la sangre de las aves y de los mamíferos.

Una vez que el vampiro común localiza un huésped, como un mamífero dormido, aterriza sobre una zona desprovista de pelo, o bien cerca de su presa y se dirige a ella por tierra. Son los más ágiles en tierra de todos los murciélagos y un estudio reciente encontró que los vampiros comunes pueden correr a velocidades de hasta 7,9 km/h. Eligen un lugar conveniente para morder utilizando un sensor de radiación infrarroja situado en su nariz con el que localizan un área donde la sangre fluye cerca de la piel. Solamente existen otros tres vertebrados que cuentan con la capacidad de percibir la radiación infrarroja: las boas, las pitones y los crótalos. Para alimentarse no absorben la sangre, sino que la beben a lengüetadas.

Si la victima cuenta con piel provista de pelo, el vampiro común usa sus colmillos y molares como la navaja de un barbero para afeitar los pelos. Con sus agudos y afilados incisivos superiores hacen un corte de 5 mm de diámetro y 5 mm de profundidad sin cortar venas o arterias. Los incisivos superiores carecen de esmalte, lo que permite que estén permanentemente agudos y afilados.

El vampiro común muere si se pasa dos días seguidos sin comida, de manera que los individuos que han encontrado una presa pueden dar un poco de sangre a los que no. Si otro día son ellos los que se quedan sin comida, un murciélago más afortunado les devolverá el favor. Estos intercambios de sangre sólo se producen entre murciélagos emparentados.

El cambio de beber leche a beber sangre se produce a una edad temprana; los padres empiezan a acostumbrar a las crías dándoles pequeñas cantidades de sangre. Sin embargo, las crías beben leche hasta los nueve meses de edad. Una característica de los grupos de vampiros es que, si una madre muere, sus hijos serán adoptados por hembras de su familia.

Recuerde la cita es el 18 de mayo a las 11 horas, Museo de Antropología de Xalapa. Mayor información con Adalberto Fox al correo [email protected]  o al teléfono 8421700 ext. 11165

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