El creciente número de posgraduados ha comenzado a preocupar a las universidades chinas por la calidad de la educación.
El Ministerio de Educación informó de que unos 517.000 posgraduados se matricularon en 2012, un aumento de 220.000 respecto a 2003. En algunas prestigiosas universidades chinas, su número ya ha superado al de estudiantes universitarios, según un informe de investigación publicado recientemente por la Universidad de Wuhan, con sede en la provincia central de Hubei.
En la Universidad de Qinghua, una de las mejores del país, la proporción entre universitarios y posgraduados se sitúa en 0,61 por cada 1.
En las primeras diez universidades del país, incluidas las de Qinghua y de Beijing, el número de los que terminaron el posgrado en 2011 sobrepasó al de graduados universitarios.
El incremento de posgraduados supone un gran desafío para el profesorado. El informe desvela que el 15,7 por ciento de los docentes universitarios supervisa a más de 10 posgraduados cada uno, y que el un por ciento controla a más de 20.
El número apropiado de posgraduados para un profesor para que pueda controlar la calidad de sus trabajos oscila entre tres y seis, dijo Qiu Junping, el director del Centro de Investigación de Evaluación de Ciencias Chinas de la Universidad de Wuhan.
El aumento drástico de las ofertas de posgrados posibilita que parte de universitarios retrasen su entrada en el disputado mercado laboral. Pero algunas universidades lo han convertido en una fuente de ingresos.
Un informe sobre el empleo de los estudiantes universitarios en 2009 y 2010 elaborado por el Ministerio de Educación revela que la tasa de empleo de los posgraduados fue inferior a la de los universitarios en ese periodo.
«Las universidades chinas esperan elevar su capacidad de investigación, pero esto no depende del número de posgraduados», dijo Qiu, y agregó que lo urgente es controlar el número de posgraduados y mejorar la calidad de educación.