Muchas personas mayores tienen problemas de audición, lo que les impide realizar tareas cotidianas con normalidad como escuchar el teléfono o el timbre cuando llaman a casa. Para ayudar en esta tarea, y en base a dispositivos domóticos, dos ingenieros de la Universidad de Valladolid han desarrollado y patentado un novedoso sistema avisador inalámbrico para el hogar.
Daniel García y Adrián Gutiérrez, los autores del trabajo, señalan que existen sistemas dirigidos a personas con discapacidad auditiva, aunque son “muy específicos e individuales, y lo que nosotros queríamos era desarrollar un cómputo de aplicaciones”. El sistema consta de una pulsera encargada de emitir una pequeña vibración y un aviso luminoso en una pantalla LED cuando se producen determinados eventos en el hogar: una llamada al timbre de la puerta o al telefonillo, la apertura y cierre de la puerta principal o una llamada al teléfono de casa.
Para ello, utilizan una tecnología inalámbrica denominada ZigBee que realiza funciones similares al popular Bluetooth, aunque con un menor consumo energético y mayor flexibilidad a la hora de conectar distintos dispositivos y crear redes más grandes.
Un «Bluetooth» de datos cortos y largo alcance
“Zigbee es una tecnología relativamente nueva, salió en 2005 y en España se comercializa desde 2007. A diferencia de Bluetooth, que tiene un alcance muy corto y está destinado más bien a transferir imágenes o vídeos, aunque es más rápido, con ZigBee la transmisión se orienta a datos cortos y, dependiendo del módulo que elijas, tiene una potencia, desde 30 metros a casi 10 kilómetros. También puedes utilizarlo como si fuera un puente de información, ya que sirven de routers y pueden enviar información de un dispositivo a otro, aunque siempre tiene que haber un administrador de red”, comentan los autores.
Para facilitar su uso por parte de personas mayores o con alguna discapacidad, han creado un «sencillo» software: “Con un único doble clic se instala y arranca, y si se quiere salir de él solo es necesario pulsar una «s». Es lo más simple posible”.
El avisador se compone de cinco módulos principales, tres de ellos emisores (los módulos timbre, teléfono y puerta), un emisor-receptor (la pulsera vibratoria) y un módulo de registro de datos encargado de comunicarse con un PC y almacenar los eventos. «Todo queda registrado en un archivo de texto para una posterior consulta en la que se indica la fecha, la hora y el tipo de evento que se ha producido”.
Aunque el dispositivo ha sido concebido para su uso por parte de personas con problemas de audición, “se puede aplicar a muchos campos campos, como por ejemplo el de la seguridad”, y configurar en función de las necesidades del usuario al que vaya dirigido.
“Hemos recogido las tareas más comunes que se pueden dar dentro de un hogar, pero se podrían integrar otras funcionalidades como sensores de movimiento o un despertador”, agregan. Asimismo, los avisos se pueden configurar de diferentes modos, “como adjudicar una vibración a un evento o dos vibraciones a otro”, de manera que el usuario pueda identificarlos sin necesidad de mirar a la pantalla de la pulsera.
El trabajo forma parte del proyecto fin de carrera de los autores, tutorizados por los profesores de la Universidad de Valladolid Fernando Gayubo y José Luis González. Además, por su carácter novedoso, el sistema ha obtenido una de las becas Prometeo que otorga la Fundación General de la Universidad de Valladolid (Funge) en el marco del Proyecto T-CUE de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa de la Junta de Castilla y León.