Un niño chino de seis años está hecho de un material muy duro. En el interior de su pequeño rostro, una máscara de titanio mantiene unidos fragmentos de huesos faciales rotos.
El niño fue sometido el lunes a una intervención quirúrgica de reconstrucción facial llevada a cabo en el Hospital Xijing en la provincia noroccidental china de Shaanxi. El niño, cuyo nombre es Bowen, está ahora bajo observación en la unidad de cuidados intensivos del hospital y podría necesitar más cirugía en el rostro.
Los doctores empezaron construyendo una placa de malla para apuntalar los rasgos del niño después de que su cara quedara destrozada en cientos de fragmentos en un accidente de tráfico.
Shu Maoguo, el cirujano jefe, dijo que antes de la operación, el niño no podía respirar ni oler, las cuencas de sus ojos no podían soportar los globos oculares y la mandíbula estaba fuera de su lugar.
Los doctores diseñaron a continuación una máscara de titanio, no muy diferente a la máscara de Batman, para que coincida con sus facciones, y se la insertaron bajo la piel.
Shu y su equipo limpiaron esmeradamente los pequeños huesos faciales astillados del niño antes de recolocarle la mandíbula, manteniéndola en su sitio con una placa de titanio y una placa de fijación. La placa de fijación le permitirá masticar la comida, dijo Shu.
Luego reconstruyeron las cuencas inferiores de los ojos, el puente de la naríz y el hueso submaxilar, que forma parte de la mandíbula, fijando la máscara de titanio.
Tras una operación maratónica de siete horas, los cirujanos la declararon un «éxito».
Los médicos dijeron que esperan que la operación devuelva al niño el aspecto que tenía antes del accidente.
Está previsto que éste abandone el hospital en diez días para reunirse con su familia. Shu dijo que podría operarle de nuevo en caso de que su recuperación así lo requiera.
En 2006, los médicos del mismo hospital ayudaron a reconstruir la cara de un hombre de 30 años que había sido mutilado por un oso