Reusar el agua en un establecimiento de autolavado trae como beneficios directos la reducción de costos al negocio y un impacto ambiental favorable. Atentos a esta necesidad, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa (UAM-I), diseñaron una planta de tratamiento que permite aprovechar el 90 por ciento del líquido por lo menos cinco veces.
La tecnología desarrollada por los doctores Judith Cardoso Martínez e Ignacio González Martínez, de los departamentos de Física y Química, respectivamente, puede tratar mil doscientos litros de agua residual del lavado de autos en una hora y el líquido obtenido queda libre de contaminantes en 99 por ciento, y a partir del desarrollo se obtuvieron dos patentes.
Este este proyecto se planteó a raíz de la petición de un empresario que necesitaba reusar el agua para disminuir los costos de su inversión. Tras analizar el contenido del líquido, se formularon unos biopolímeros, que al ser vertidos en el líquido a tratar promueven la sedimentación de los contaminantes y permiten obtener lodos biodegradables; desarrollo que dio lugar a una primera patente, refiere Cardoso Martínez.
“De esta manera, se logró que el agua contara con las características necesarias para ser reutilizada sin riesgo por los trabajadores. Si bien los resultados ya eran satisfactorios, decidimos mejorar la fórmula para optimizar el proceso y hacerlo más económico, por lo que se agregó al biopolímero una sal orgánica inocua al ser humano y el ambiente, lo que dio lugar a una segunda patente”, detalla la investigadora.
Por otra parte, los lodos obtenidos tras el tratamiento fueron tratados con un concentrado de bacterias por el doctor Gerardo Saucedo, del Departamento de Biotecnología, para obtener fertilizantes. “Se trata, entonces, de un proceso totalmente sustentable porque nada se tira al drenaje”, señala Cardoso Martínez.
Las pruebas realizadas a una planta de reciclado con tecnología de la UAM-I y una capacidad de mil 200 litros pasó con éxito la evaluación de eficiencia, se lograron cinco ciclos completos de reciclado con una duración de una hora por proceso.
Además, se obtienen ahorros significativos, ya que el metro cúbico de agua tratada o gris (que es la autorizada para usarse en esta actividad) tiene un precio de hasta 110 pesos; y, dependiendo del tamaño del establecimiento, llegan a utilizar de 20 a 50 metros cúbicos por semana.
De ahí que ya se estén comercializando las plantas de tratamiento, “una se instaló en una agencia automotriz y en autolavados (de tipo automatizado y convencionales”, refiere Cardoso Martínez.
Cabe destacar que el proceso de comercialización de las plantas del tratamiento lo inició la UAM-I a través del apoyo económico de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal. Y se estima que la instalación de una tendría un costo de 120 mil pesos más impuestos, lo que también incluye un programa de asesoría y mantenimiento, abastecimiento de reactivos, apoyo técnico y retiro de lodos.