Cuando un carnívoro se extingue es muy probable que otra especia depredadora corra el mismo destino, afirma un grupo de científicos de la University of Exeter, el cual llevó a cabo el primer experimento que comprueba esta teoría.
El estudio publicado en el journal de la Royal Society, Biology Letters, demuestra que la desaparición de una especie de carnívoro puede causar indirectamente la desaparición de otra. Los investigadores de la University of Exeter comprobaron que la extinción de una especie puede crear un efecto de onda expansiva a lo largo de una cadena alimenticia, lo cual afecta a muchos animales.
Para comprobar esta teoría, los investigadores criaron a dos especies de avispas, y su respectivo alimento: un tipo de áfido para cada especie de avispa. Posteriormente instalaron tanques con diferentes combinaciones de estas especies y las observaron por 8 semanas.
En lo tanques en los que no se incluyó a la primera especie de avispa, la segunda se extinguió en tan sólo unas cuantas generaciones, y en los tanques en que las dos especies de avispas coexistieron, ambas prosperaron.
Ante la ausencia de la primera especie de avispa, sus respectivas presas proliferaron, amenazando a la segunda especie de áfidos, lo cuál también dañó el suministro de alimento de la segunda especie de avispa, que con el tiempo desapareció. Asimismo, ambos tipos de áfidos se alimentaban de la misma planta, y ante la desaparición de sus depredadores, no había suficiente alimento para todos.
El líder de la investigación, el doctor Frank von Veen, dijo que “el experimento provee la primera prueba de algo que los biólogos argumentaron por mucho tiempo, acerca de cómo afecta la desaparición de una especia a otras. Aunque nuestro estudio se enfocó en insectos, el principio es el mismo para los depredadores de todos los ecosistemas. Asimismo, nuestra investigación llama la atención sobre que la conservación de una sola especie puede ser infructuoso o contraproducente, ya que es necesario proteger al ecosistema”.
El experimento fue diseñado por científicos de la University de Exeter y estudiantes de segundo grado. La idea surgió durante un seminario en el que los estudiantes del centro de ecología fueron invitados a diseñar un experimento que comprobara una teoría antigua. Los estudiantes se entusiasmaron mucho ante esta oportunidad y más de 30 de ellos se ofrecieron como voluntarios para conducir los experimentos.
Referencias:
University of Exeter (2012). “Study demonstrates that one extinction leads to another”. ScienceDaily. En línea: http://www.sciencedaily.com /releases/2012/08/120814213500.htm