El satélite de la NASA Mars Reconnaisance Orbiter (MRO) en la órbita de Marte ha obtenido la prueba definitiva de un fenómeno único en el sistema solar: nevadas de dióxido de carbono.
En un comunicado publicado hoy, la agencia espacial estadounidense asegura que «estas son las primeras pruebas definitivas de la existencia de nubes de nieve de dióxido de carbono» en el polo sur de Marte.
Los copos de dióxido de carbono, conocidos también como «hielo seco», requieren temperaturas por debajo de los menos 125 grados centígrados y dan al extremo meridional del «planeta rojo» una apariencia similar a la de la Tierra, pese a que en realidad «Marte es muy diferente», indicó la NASA.
La atmósfera marciana está compuesta en un 95 por ciento de dióxido de carbono que al condensarse en los polos cae en forma de nevadas, más frecuentes en el invierno del polo sur de Marte.
La presencia de dióxido de carbono helado de manera estacional en el polo sur de Marte era conocida ya por los científicos, pero esta es la primera vez que se demuestra la existencia de precipitaciones de nieve de «hielo seco» gracias al satélite MRO.
Los científicos analizaron datos sobre composición de las nubes gaseosas de Marte durante un año y determinaron que «las partículas de hielo de dióxido de carbono son lo suficientemente grandes para caer a la superficie», indicó David Kass, uno de los autores del estudio.
En 2008, la sonda Phoenix Lander, ahora inservible por las bajas temperaturas, detectó nevadas de agua helada, similares a las de la Tierra, en el norte de Marte.
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