Las milpas tradicionales de las comunidades indígenas no causan deforestación e incendios forestales, aseveró Luis Pacheco-Cobos, profesor-investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), durante su conferencia “La producción del maíz en la milpa: entre menos burros más elotes”.
Por el contrario, tienen una concepción sobre el cuidado y uso sustentable de los recursos ambientales, lo cual se demuestra en su modo de producción agrícola que va acorde a las estaciones del año.
Lo anterior es parte de un trabajo de investigación “de gabinete” realizado a 40 trabajos relacionados con milpas tradicionales y producción de maíz en poblaciones étnicas de Mesoamérica, la cual realizó en colaboración con investigadores de la Universidad de California-Davis.
“Estas comunidades indígenas, en su mayoría mayas, tienen milpas de autoconsumo y tienen una concepción bien marcada de cómo hacer un uso correcto del suelo para el cultivo sin perjudicar los recursos ambientales que los rodea”, destacó.
Explicó que la milpa es un sistema de cultivo tradicional, extensivo (es rotativo) e intensivo (puede hacerse durante muchos años). La manera de trabajarla, detalló, es a través de la técnica tumba-roza-quema; esto es, es seleccionado un sitio, se tumba la vegetación primaria, se roza y quema para cultivar.
Se puede sembrar de uno a tres cultivos un año agrícola, se usa de uno a tres años consecutivos y se deja descansar de cinco a 20 años para que la vegetación se recupere al igual que los nutrientes de la tierra.
Dicha investigación, dijo que también arrojó que el incremento de la densidad poblacional tiene efectos negativos en la producción del maíz como en las milpas.
A medida que crece la población, mencionó Pacheco-Cobos, es menor el tiempo que se deja descansar la tierra (barbecho efectivo), disminuye el rendimiento de la producción por área.
Sin embargo, en las milpas de las comunidades estudiadas se encontró que al respetarse los ciclos agrícolas y si hay barbecho se tendrá una producción, se mantiene y en algunos casos incrementa; por lo tanto la producción de maíz en estas comunidades se ve directamente influenciada por la densidad poblacional, “si somos más, menos recursos habrá”, concluyó.