Los efectos de la variación del clima en las zonas costeras son imposibles de prever o comprender sin monitorear los océanos en estudios de largo plazo y a nivel macro, aseguró el investigador Gilberto Gaxiola, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California, durante la primera jornada del “Foro sobre costas y cambio climático en el Golfo de México”.

En el evento, realizado del 30 de enero al primero de febrero, organizado por la Universidad Veracruzana, el Instituto de Ecología y la Secretaría de Protección Civil de Veracruz, el coordinador del programa oceanográfico en el CICESE e integrante del equipo que monitorea el océano desde hace seis décadas en el norte del país, aseguró que gracias a los estudios de largo plazo hoy es posible observar las anomalías que presentan los ecosistemas en mediciones físicas o biológicas, aunque reconoció que la complejidad de los sistemas hace difícil establecer conclusiones respecto al cambio climático y sus efectos.

Dijo que las bases de datos integradas por el CICESE muestran tendencias claras, y variaciones y anomalías en diferentes mediciones: algunas pesquerías han decrecido, aumentó la salinidad del agua, disminuyó la clorofila en algunas especies marinas de zooplancton y fitoplancton, y hay evidencias de variaciones más extremas en la última década, aunque existen diferencias por región.

         En cuanto a la captura de carbono que realizan los océanos, otra línea de estudio en el CICESE, el investigador dio a conocer en principio que éstos capturan 40 por ciento del CO2 que emite el hombre, y hay datos que apuntan a un incremento drástico de este gas en la atmósfera en los últimos cinco años; sin embargo, reconoció que no existe certeza de qué puede pasar en las costas por esta variabilidad, aunque se conoce que algunas zonas oceánicas capturan y otras emiten bióxido de carbono.

Explicó que en México, el Programa Mexicano del Carbón ha intentado poner números y generar información de los flujos de CO2: “Esto es muy complejo y se requiere de mucho trabajo y mucha gente en proyectos de largo plazo”. Dijo que en el caso de Baja California, la zona es eficiente en la transferencia de carbono al ecosistema, debido a su alta biodiversidad.

 

Recursos para investigación

Gaxiola reconoció que no es fácil mantener con recursos públicos estudios oceanográficos de largo plazo, pues los términos de referencia de los organismos que los financian no consideran ésta una prioridad, pese a la formación de recursos humanos y a la profundidad y alcance de los resultados de investigación que genera. Recomendó a investigadores y académicos insistir en la gestión y consecución de recursos para estudios de largo plazo, que son y serán aún más en el futuro, prioritarios para el país. (Colaboración Laboratorio Multimedia X-Balam).

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