Expertos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha identificado por primera vez un grupo de ocho moléculas que los investigadores asocian a una peor respuesta inmunitaria de los pacientes con el síndrome de fatiga crónica (SFC).

“Las alteraciones de estas moléculas en las personas con SFC podría contribuir a mejorar la fiabilidad y la rapidez del diagnóstico de una enfermedad compleja y, hasta la fecha, mal definida molecularmente”, señala Julià Blanco, coordinador del estudio e investigador del Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol en IrsiCaixa.

Expertos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa ha identificado por primera vez un grupo de ocho moléculas que los investigadores asocian a una peor respuesta inmunitaria de los pacientes con el síndrome de fatiga crónica (SFC).

“Las alteraciones de estas moléculas en las personas con SFC podría contribuir a mejorar la fiabilidad y la rapidez del diagnóstico de una enfermedad compleja y, hasta la fecha, mal definida molecularmente”, señala Julià Blanco, coordinador del estudio e investigador del Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol en IrsiCaixa.

La enfermedad del cansancio

El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad compleja que afecta a los sistemas inmunitario, neurológico, cardiovascular y endocrino de las personas que lo padecen.

Provoca un cansancio constante que no puede atribuirse a un esfuerzo reciente y que no mejora con el descanso. Por ello, los pacientes se ven obligados a reducir de forma significativa su actividad diaria.

Actualmente se desconoce el origen de esta enfermedad, que ocasiona una pérdida sustancial de concentración, intolerancia a la luz, al estrés emocional y a la actividad física.

También puede comportar dolor muscular y en las articulaciones, sensibilidades químicas múltiples y una sensación de estado gripal permanente. En España se estima que afecta a una de cada 1.000 personas.

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