Olivier De Schutter, ex relator especial sobre el derecho a la alimentación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha dicho que los sistemas tradicionales de producción trabajados bajo un enfoque ecológico cumplen con el derecho a la alimentación y con el derecho al medio ambiente, aseguró Francisco Xavier Martínez Esponda, director de la oficina regional del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) Golfo de México, durante su participación en el Foro sobre Derechos Humanos, Patrimonio Biocultural y Soberanía Alimentaria.

En el panel “El patrimonio biocultural a la luz de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Estado multicultural”, realizado en el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), participaron Francisco Xavier Martínez y Mariana Tejado Gallegos, directora de Asuntos Ambientales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), moderados por Ximena Ramos Pedrueza.

Martínez Esponda mencionó que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que somos un Estado multicultural, con derecho al medio ambiente, y que el desarrollo tiene que ser sustentable, características que están contenidas en la diversidad cultural del país pero “lamentablemente no le hemos dado voz a nuestras culturas”.

Cuestionó dónde ha quedado el campo en el Estado mexicano, que es multicultural, ya que la legislación actual fomenta la agricultura agroindustrial, entonces la pregunta sería por qué no se fomentan las agriculturas campesinas e indígenas.

Por ello, señaló que la democracia participativa, la que se promueve a nivel local y en las comunidades indígenas, es la mejor alternativa para darle voz a la diversidad y a las minorías, dado que genera condiciones y esquemas transversales de diálogo entre pares.

“En el plano internacional apenas se está descubriendo y promoviendo, se la ha denominado democracia verde o ambiental, al ser el espacio propicio para hablar sobre derechos como el acceso a la información, a participar en la toma de decisiones y a la alimentación.”

Recordó que Olivier De Schutter llegó a la conclusión de que los sistemas tradicionales de producción que se trabajan bajo un enfoque ecológico, cumplen con el derecho a alimentación y con el derecho al medio ambiente. “Esta declaración es importante porque delinea por dónde tenemos que transitar en la elaboración de políticas públicas”.

Finalmente, propuso que se deben reconocer los derechos de los agricultores; el reconocimiento jurídico a los territorios ancestrales y a la propiedad comunal sobre las semillas; impulsar y proteger el conocimiento tradicional e innovación en política pública; fomentar las agriculturas campesinas e indígenas; promover los esquemas locales de democracia; no permitir los cultivos transgénicos que amenacen la diversidad y derechos humanos, entre otros.

Los recursos naturales y los pueblos indígenas
A decir de Mariana Tejado Gallegos, los pueblos indígenas no sólo aprovechan los recursos naturales para su consumo, sino son parte de su cultura e identidad, al estar contemplados dentro de sus rituales y medicina tradicional.

“No sólo son vistos como fuentes de aprovechamiento, son parte de su identidad cultural. Sin ellos los pueblos no existirían, su cultura no seguiría viva.”

Apuntó que el crecimiento demográfico desmedido y descontrolado no sólo ha ocasionado problemas ambientales, también ha impactado directamente en la cultura, en el pueblo y en la región, por ello sugirió que no solamente se debe buscar dónde existe la explotación de recursos, sino que debe considerarse quién está y qué hay allí para buscar la mejor opción de proteger los ecosistemas.

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