Los tres principales problemas sociales que enfrenta México en el siglo XXI son la desigualdad, pobreza y discriminación, y la solidaridad puede ser el antídoto y remedio saludable para promover y respetar la dignidad de cada persona, pues de continuar así las cosas cada vez será mayor la distancia entre las clases sociales y los efectos “catastróficos”, consideró el presbíteroJuan Beristain de los Santos, del Seminario Diocesano de Xalapa.

Lo anterior durante la conferencia “Indicadores metafísicos como propuesta para abordar los problemas de carencia de solidaridad en el México actual” que impartió el lunes 12 de noviembre en el Salón Librado Basilio de la Unidad de Humanidades, en el marco del Coloquio “Vínculos teóricos entre filosofía y teología”, organizado por estudiantes de licenciatura y posgrado de la Facultad de Filosofía.

En ese escenario, el clérigo dijo que la ciencia experimental y la filosofía –en todas sus variantes– comparten ciertos supuestos o presupuestos, para sustentarlo mencionó al filósofo y sacerdote español Mariano Artigas.

“En una de sus obras Mariano Artigas puntualiza cuatro presupuestos: el primero se refiere a la racionalidad del mundo natural; el segundo, a la capacidad humana para conocer el orden de la naturaleza, lo que también puede ser denominado problema epistemológico; el tercero, se refiere a los valores implicados en la actividad científica, que también puede ser denominado ético e incluye la búsqueda de la verdad, el rigor, la objetividad, la modestia intelectual, el servicio a los demás, la cooperación y otros valores relacionados con ésta.”

Añadió que en la ciencia experimental se busca un conocimiento auténtico del mundo natural, pero no se puede lograr este propósito con procedimientos automáticos. “La ciencia experimental trabaja sobre estos supuestos que ha mencionado Artigas, y el proceso científico retroactúa, por eso cree que la reflexión filosófica y otras son necesarias, pero ante todo se exigen para lograr –en conjunto con el conocimiento científico– una visión integral del mundo en que vivimos”.

El cuarto presupuesto de Artigas, continuó, se refiere a la solución de problemas desde la solidaridad. “Sé que existen distintos criterios de referencia para la clasificación de problemas sociales, económicos y políticos que aquejan a una sociedad. Aquí se presentan los tres principales problemas sociales que enfrenta el México del siglo XXI: la desigualdad, pobreza y discriminación”.

Justificó que eligió esos tres y los relacionó con la falta de solidaridad, porque ésta “la entiendo como reivindicación de los derechos fundamentales de la persona. Porque la solidaridad es una virtud contraria al individualismo y egoísmo, porque se refleja en el servicio y la búsqueda del bien común, porque su finalidad es intentar o solucionar las carencias espirituales o materiales de los demás, porque requiere discernimiento, empatía, ponerse en el lugar del otro”.

Asimismo, “porque nos recuerda que todos vivimos en una sociedad, que todos necesitamos de todos y que estamos juntos en este barco de la civilización, que todos somos seres humanos iguales en dignidad y derechos, aunque pensemos de maneras distintas”.

Incluso, “porque la causa real de la pobreza es la indiferencia en la que están viviendo aquellos que tienen posibilidades de ayudar a los demás, lo que trae como consecuencia que las clases sociales se separen de manera radical”.

El clérigo planteó que si la desigualdad se refiere a diferencias en la distribución de riqueza, el ingreso, el poder, los prestigios, las oportunidades, la información, la tecnología de los conocimientos, los niveles de bienestar y el acceso a la seguridad, la injusticia entre personas y familias, entonces “la solidaridad puede ser un antídoto y un remedio saludable para promover y respetar la dignidad de la persona”.

En esta mesa del Coloquio “Vínculos teóricos entre filosofía y teología” también participó el presbítero Francisco Limón Cervantes con el tema “Filosofía calvinista para la construcción de los social”. Además, como moderador participó el universitario Noé Morales Antonio.

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