La divulgación de la ciencia es una actividad que ha crecido en los últimos años, sin embargo, aún hay un largo camino que recorrer para lograr su profesionalización, un camino que la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe (Red POP) ya inició al evaluar en profundidad el tema de la divulgación en estos países.
Los resultados de esta evaluación pueden encontrarse en el libro digital Diagnóstico de la divulgación de la ciencia en América Latina. Una mirada a la práctica en el campo, presentado en Universum Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Desde su creación en 1990 en Río de Janeiro, la Red POP ha desempeñado un papel fundamental en la profesionalización y el desarrollo de la comunicación pública de la ciencia (…) Estoy segura que este diagnóstico va a ser un referente obligado en el campo”, dijo la directora académica de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, Elaine Reynoso.
La doctora Luisa Massarani, directora ejecutiva de la Red POP, explicó que en parte la evaluación surgió porque originalmente se tenían la impresión de que en nuestros países no había políticas de cultura científica, aunque “nuestro problema no es tener políticas sino mantenerlas”.
Además, reconoció el trabajo de México en la divulgación: “Los mexicanos y especialmente la DGDC son pioneros en el campo de la divulgación de la ciencia, hacen un trabajo increíblemente bueno en términos de investigación (…) Mi pregunta es cómo hacer visible la producción mexicana en divulgación de la ciencia e invitarlos a identificar más artículos para ver si hacemos un diagnóstico específico de México”.
Por su parte, la maestra Lourdes Patiño Barba, vicepresidenta del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Tecnología, explicó los tres objetivos de la evaluación: identificar las modalidades de divulgación realizadas y dimensionarlas cuantitativamente; identificar y caracterizar los segmentos del público que se están atendiendo en los distintos países de la región, e identificar las condiciones favorables y desfavorables para el quehacer de la divulgación de la ciencia.
“Nos dedicamos también a hacer un análisis del contexto relevante de toda Latinoamérica en diferentes aspectos, ciencia educativa, políticas en divulgación de la ciencia, etcétera. Toda la encuesta se derivó en la caracterización de la divulgación de la ciencia en América Latina y el Caribe”. Todo esto con el apoyo de la Red POP, Fibonacci Innovación y Cultura Científica, la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultural, entre otras instituciones.
Uno de los problemas más apremiantes que surgieron en el diagnóstico es que sólo el el 8 por ciento del personal de las instituciones examinadas trabaja de manera remunerada. Hablamos mucho de que hay que profesionalizar la divulgación, eso implica no solo estar capacitado sino que también la gente viva de hacer divulgación”, dijo el maestro Jorge Padilla, presidente de Fibonacci Innovación y Cultura Científica.
Además, solo el 66 por ciento de las instituciones que afirmaron hacer divulgación tienen alguna unidad dedicada a esta tarea. Mucho es esfuerzo de personas individuales y esto se refleja en el presupuesto, ya que la mitad de las instituciones no cuentan con un presupuesto que contemple específicamente actividades de divulgación, explicó el maestro Padilla.
El libro es un esfuerzo importante tanto de investigadores como de instituciones y divulgadores, y puede ser consultado en: http://www.redpop.org/wp-cont