Stephen Hawkings

Stephen Hawkings


El astrofísico británico Stephen Hawking, quien abrió ventanas del Universo desde su silla de ruedas y su sintonizador bucal, falleció miércoles 14 de marzo a los 76 años, según confirmó su familia a través de un comunicado.

A los 22 años, cuando le diagnosticaron la esclerosis lateral amiotrófica, ELA, los médicos le dieron solo dos años de vida. Pero vivió 54 años más.

Termina así la vida de una de las mejores mentes de la ciencia y del mundo, tanto del siglo XX, como de principios del actual.

Sus hijos Lucy, Robert y Tim son los que firman la nota informativa, en la cual mencionan que se ha marchado en paz, en su casa de Cambridge en las primeras horas de este miércoles.

“Estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento de nuestro padre hoy”, anotan sus tres hijos.

“Era un gran científico y un hombre extraordinario cuyo trabajo y legado sobrevivirá por muchos años. Su coraje y persistencia, con su brillo y humor, inspiraron a personas por todo el mundo. En una ocasión dijo: ‘El universo no sería gran cosa si no fuera hogar de la gente a la que amas’. Le echaremos de menos para siempre”.

Stephen Hawking realizó un trabajo pionero y amplísimo sobre los agujeros negros y la relatividad, además de que fue un gran divulgador de la ciencia a través de sus libros, entre ellos el popular «Breve historia del tiempo, del Big Bang a los agujeros negros», publicado en 1988 y que llevaba vendidos más de diez millones de copias al momento de su fallecimiento.

La ELA le dejó en una silla de ruedas y redujo el control de su cuerpo a la flexión de un dedo y el movimiento de los ojos.

En 1985 contrajo una grave neumonía en Suiza y los médicos aconsejaron retirarle la máquina que le mantenía con vida. Trasladado urgentemente al Reino Unido, fue sometido a una traqueotomía que le salvó la vida pero le dejó sin voz. Desde entonces sólo pudo comunicarse con el mencionado sintetizador de voz.

Su lucha por mantenerse activo, con un cerebro más que brillante, su intuición sobre las cosas del Universo, y hasta su sentido del humor, se volvieron emblemáticos de la lucha que el ser humano puede mantener para estar activo y para sobresalir, como obra y producto de las infinitas posibilidades que la mente humana puede hacer.

«Aunque había una nube sobre mi futuro, encontré, para mi sorpresa, que disfrutaba más de la vida en el presente de lo que la había disfrutado nunca», dijo en una ocasión. «Mi objetivo es simple. Es un completo conocimiento del universo, por qué es como es y por qué existe».

Hoy, amigos y colegas de la Universidad de Cambridge le rindieron tributo con un vídeo sobre la trayectoria vital y científica de Hawking -nombrado siempre como «Professor Hawking», que era como se le citaba en el mundo de la ciencia- y un texto de homenaje, en cuyo penúltimo párrafo se resume una conferencia del profesor en su 75º cumpleaños: «Ha sido un momento glorioso estar vivo e investigar sobre física teórica. Nuestra imagen del Universo ha cambiado mucho en los últimos 50 años, y estoy feliz de haber hecho una pequeña contribución».

El profesor Stephen Toope, vicerrector de la Universidad de Cambridge, dijo: «El profesor Hawking fue una persona única que será recordada con cariño y afecto no solo en Cambridge, sino en todo el mundo. Sus contribuciones excepcionales al conocimiento científico y a la popularización de la ciencia y las matemáticas han dejado un legado indeleble. Su personaje fue una inspiración para millones. Le echaremos de menos».

Stephen William Hawking nació en Oxford el 8 de enero de 1942, y fue el mayor de los cuatro hijos del prestigioso biólogo Frank Hawking y de Isobel Walker, que había llegado a la ciudad universitaria huyendo de los bombardeos alemanes sobre Londres. Su infancia estaría marcada por la vida bohemia de una familia cuyo coche familiar era un clásico taxi negro londinense.

Stephen Hawking, nacido el 8 de enero de 1942 y su obra desde la esclerosis lateral amiotrófica

 

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