Mariana Herrera Cruz, doctora egresada del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realiza una estancia posdoctoral en el Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV), donde colabora con investigación a nivel molecular de la mosca de la fruta.

         En el laboratorio de análisis transcriptómico de Inbioteca trabaja con la especie Anastrepha ludens, “que es llamada la verdadera mosca de la fruta, porque en realidad es una plaga importante en México que causa pérdidas de millones de dólares al año, en particular con las especies frutales, entre ellas los cítricos”.

Dado que no existen muchos estudios sobre el tema, el proyecto en el que participa busca analizar, desde la perspectiva molecular, qué genes se expresan de forma diferente entre una mosca de vida silvestre y mosca que ha sido creada en laboratorio.

Colabora con los investigadores Francisco Díaz Fleischer y Diana Pérez Staples, ya que ellos tienen experiencia con esta mosca desde el área de ecología y comportamiento.

Su participación en los proyectos consiste en la producción de los transcriptomas, que radica en “identificar cuáles son los ARN mensajeros para saber cuáles genes se expresaron, así como sus funciones reguladoras o biológicas”.

Herrera Cruz precisó: “Lo que quiero saber es, de todo el genoma de la mosca, qué es lo que en las diferentes condiciones, edad, comportamiento, se está expresando al nivel del ARN mensajero”.

Señaló que al analizar las diferencias se puede aportar información para hacer más eficiente la técnica de generar moscas estériles partiendo de las bases moleculares, además de las bases ecológicas y de comportamiento que han sido estudiadas ampliamente.

Con base en su experiencia, comentó que en el laboratorio –inaugurado en 2011– “tenemos los medios y los recursos suficientes para llevar a cabo la investigación y se me hace interesante que aunque no podemos contar con todo el equipo en este lugar podemos buscar acercamiento con otros centros de investigación y eso es muy bueno, abrir puentes de colaboración; a pesar de ser un laboratorio joven tenemos lo básico y suficientemente útil para el trabajo que estoy desarrollando”.

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