En México, el problema de plagas en el cultivo de maíz es encabezado por el gusano “cogollero” y para combatirlo se utilizan anualmente 3 mil toneladas de insecticidas químicos. A estos insectos le siguen el gusano trozador y el gusano elotero como principales causales de plagas que han podido ser controladas por la modificación genética de las plantas, por lo que el doctor Francisco Bolívar Zapata, investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que México necesita realmente sembrar maíz transgénico, como defensa ante los principales problemas agrícolas.
“En los próximos años, las patentes de las semillas de primera generación caducarán (aquellas semillas transgénicas creadas alrededor de 1996 por las industrias transnacionales). Entonces los científicos alrededor del mundo podremos analizar aquellas ventajas de esos organismos para incluirlos en nuestras semillas”, dijo Bolívar Zapata durante la conferencia ‘Biotecnología: Organismos transgénicos, sus grandes beneficios y la ausencia de daño’, que se llevó a cabo ayer en el Instituto de Biotecnología de la UNAM, campus Morelos.
Agregó que si logramos movernos a una tecnología que utilice menos herbicidas se coadyuvará a la sustentabilidad alimentaría, por lo que México debería desarrollar sus propias patentes de semillas modificadas genéticamente; así, nuestro país podría reducir la dependencia de compañías transnacionales como Monsanto para adquirir semillas. El experto en biotecnología, quien obtuviera el Premio Príncipe de Asturias en 1991, refirió que en promedio la adopción de la tecnología biotecnológica ha reducido en 37 por ciento el uso de pesticidas químicos, ha incrementado la productividad de las cosechas en un 22 por ciento y elevado las ganancias de los agricultores en un 68 por ciento al dejar de comprar insecticidas, esto de acuerdo con 147 estudios mundiales.
Además, según un estudio de PG Economics (organismo de consultoría de servicios de agricultura del Reino Unido) reveló que los efectos económicos del uso de plantas transgénicas se traduce en 116.6 mil millones de dólares a favor de los agricultores, que durante 17 años han utilizado esta tecnología. Por otra parte, se señala una disminución en la emisión de gases de efecto invernadero debido a la reducción de 443 millones de kilogramos de insecticida.
Así, de acuerdo con Bolívar Zapata, la única manera de paliar y contender con necesidades y problemas nacionales es desarrollar tecnología propia, en este caso, produciendo variedades de semillas mejoradas, incluyendo a las transgénicas. Quien obtuviera el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1992, dio algunos ejemplos de proyectos diseñados por investigadores mexicanos, como el de la doctora Beatriz Xoconostle, quien desarrolló un maíz que requiere menos cantidad de agua.
Aunque los transgénicos no son la solución para los problemas de hambruna en el mundo, como lo señalaría Greenpeace en respuesta a la carta presentada recientemente por 109 Premios Nobel en favor de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), el doctor Bolívar Zapata dijo en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, al término de la conferencia, que en realidad ninguna tecnología resuelve un problema en su totalidad; sin embargo, algunos países están optando por una producción agrícola basada en los OGM como Estados Unidos, el cual produce en un 90 por ciento productos agrícolas transgénicos.
Agregó que no va a haber unanimidad ni el consenso a favor de los transgénicos; sin embargo, acciones como la carta de los 109 Premios Nobel en favor de los OGM a la Organización de las Naciones Unidas y otras instituciones (dada a conocer el 7 de julio), representan un elemento clave para la discusión, el cual se basa en evidencia científica, puesto que cada uno de los investigadores que firmaron fueron reconocidos con un premio científico que valida una participación importante en el desarrollo de la ciencia.
“Esta carta no solo fue firmada por científicos del área de la salud, también por economistas que entienden que hablar de transgénicos es un tema global, y la ciencia, al ser un tema universal, necesita comprender todas las aristas para brindar una opinión informada”, finalizó el doctor Francisco Bolívar Zapata.