El trasplante de medula ósea es una estrategia terapéutica eficiente en el tratamiento de neoplasias malignas (cáncer) de alto riesgo en niños y niñas, pues el 56 por ciento de los casos son exitosos, afirmó José de Jesús Loeza Oliva, oncólogo pediatra del Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Mesa”, egresado de la Universidad Veracruzana (UV), durante la conferencia Trasplante de Medula Ósea.

Su conferencia formó parte del Primer Simposium de Ciencias Biomédicas organizado por la Facultad de Química Farmacéutica Biológica, en coordinación con la Sección Estudiantil QFB-Xalapa del Colegio Mexicano de Ciencias de Laboratorio Clínico A.C. y Grupo Lumo.

Aunque la cifra de sobrevivientes pudiera parecer baja, Loeza Oliva dijo que para el tipo de procedimiento al que se someten los resultados son alentadores. Asimismo, explicó que el trasplante de medula ósea es la sustitución de células madre afectadas por algún tipo de cáncer, por células madre sanas, capaces de autoregenerarse.

“El sistema encargado de la formación de la sangre (hematopoyético) alterado por alguna patología neoplástica (en este caso células normales se vuelven tumorosas) se sustituye por un sistema sano, obtenido de células madre. Los objetivos de esta intervención quirúrgica son sustituir la hematopoyesis defectuosa o insuficiente, así como permitir un tratamiento antineoplásico en dosis muy elevadas con el objetivo de destruir las células tumorales”, dijo.

Mencionó que el trasplante se clasifica según el tipo de donante: el autólogo consiste en aquel que las células madre provienen del mismo paciente, en el singénico es un gemelo idéntico, y en el alogénico otro individuo de la misma especie. Este último conlleva un alto potencial de rechazo, por lo que antes requiere de un tratamiento inmunodepresor.

Para este tipo de cirugías el trabajo en equipo es de mucha importancia ya que cada una de las personas que intervienen en ella es indispensable. Primero se debe acondicionar al paciente para realizar el trasplante y después, en caso que éste sea exitoso, se realiza un monitoreo para detectar aparición de enfermedades derivadas del mismo, como complicaciones del injerto contra huésped, daño hepático o perdida del implante.

Jesús Loeza agregó que en las instalaciones del Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Mesa” hasta el momento se han realizado dos intervenciones de este tipo. No obstante, es necesario que se incorpore más personal especializado para realizar trasplantes de diferente índole y complejidad.

Por lo anterior, sugirió a los estudiantes de la Licenciatura en Medicina a prepararse en diferentes especialidades y aprovechar los convenios de intercambios y becas que brinda la UV para estudiar en el país o en el extranjero.

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