Los restos de un cráneo humano descubiertos en una tumba china de 1.400 años de antigüedad pertenecieron posiblemente a un hombre de origen europeo, según una investigación inicial dada a conocer el domingo.

      La calavera se halló en la tumba M1401, en la ciudad de Guyuan de la región autónoma de la etnia hui de Ningxia, en el noroeste de china.

      «El hombre tenía un hueso nasal sobresaliente y puente de la nariz hundido, rasgos típicos de los europeos», dijo Zhang Quanchao, profesor del Centro de Investigación de Arqueología Fronteriza de China de la Universidad de Jilin, quien considera que el cráneo perteneció a un hombre de unos cuarenta años de origen europeo.

     Zhang aclaró que todavía es necesario seguir excavando para llegar a una conclusión firme. «Si encontramos sus dientes y más huesos, tendremos un juicio más preciso sobre su edad», añadió.

      La tumba se descubrió en los años 80 del siglo pasado. Este año se denunciaron excavaciones ilegales y los arqueólogos iniciaron la excavación en junio para su protección.

      En el sepulcro se encontraron más de 40 figuras de arcilla, monedas de bronce y varios murales, según Zhu Cunshi, jefe del equipo de arqueólogos, quien agregó que la tumba se construyó a principios de la dinastía Tang (618-907).

      Ningxia se encuentra en la antigua Ruta de la Seda, que conectaba China con Europa a través del comercio.

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