El ingeniero Vladímir Kozmich Zvorykin es conocido por inventar el tubo de rayos catódicos, esenciales en el desarrollo de la televisión, pero sus importantes aportaciones al microscopio electrónico son menos conocidas.
Este emigrante ruso llegó en 1919 a EE UU, donde trabajó para Westinghouse –una compañía de desarrollo electrónico– durante una década. Una vez allí, aplicó sus tubos de rayos catódicos para desarrollar y patentar el iconoscopio y cinescopio, que utilizan un sistema electrónico para crear y reproducir las imágenes de televisión.
En 1929, Zworykin abandonó Westinghouse y se incorporó a la Radio Corporation of America (RCA). En esta empresa, llevó a cabo trabajos en los tubos de imagen sensibles al infrarrojo que se emplearon durante la Segunda Guerra Mundial para aparatos de visión nocturna.
En los laboratorios de la RCA en Camden, Nueva Jersey (EE UU), fue donde Zworykin y su equipo desarrollaron las mejoras del microscopio electrónico que había creado Ernst Ruska por primera vez en 1931. La firma alemana Siemens fue la primera en realizar un modelo comercial de la invención de Ruska en 1939.
Un año más tarde, el 20 de abril 1940, Zworykin junto a su equipo, presentaron las mejoras del microscopio electrónico con las que lograron una resolución dos veces mayor de la que tenía el microscopio electrónico en sus inicios. El nuevo artilugio medía 10 metros de alto y pesaba una tonelada.
A Zworykin se le escapó el mayor honor que un científico puede obtener: El Premio Nobel de Física 1986 fue para Ruska, «por su trabajo fundamental en la óptica electrónica, y para el diseño del primer microscopio electrónico».
El microscopio electrónico, en sus diferentes modalidades, tiene aplicaciones en diversos campos de la ciencia donde la estructura y la organización microscópica es importante. Algunos usos en microbiología son la observación de la estructura de un virus o el diagnóstico de células tumorales en el campo de la medicina.