UAB. Un modelo informático de simulación desarrollado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) permite a los políticos municipales decidir qué mejoras se pueden hacer en las infraestructuras urbanas para aumentar el número de usuarios de la bicicleta. El modelo compara diferentes actuaciones y determina cuál es el conjunto de medidas más adecuado según su impacto.
Desarrollado en una primera fase para la ciudad de Skopje, en Macedonia, el modelo permite adelantarse a los resultados y predice cuál será el efecto de un conjunto de actuaciones en el número de usuarios de la bicicleta. Gracias a la aplicación del modelo el ayuntamiento de esa ciudad prevé incrementar el porcentaje del 2,5% actual a un 5%, un valor típico de las ciudades nórdicas donde el desplazamiento en bicicleta es una opción consolidada.
Entre las mejoras que contempla el programa está la adecuación del pavimento de las vías, la construcción de vías para cubrir trayectos nuevos, la creación de estaciones de aparcamiento y alquiler de bicicletas, así como la modificación de la capacidad de estas estaciones.
Para calcular el impacto que tendrá cada posible cambio, el modelo tiene en cuenta las características de los ciudadanos: el grado de motivación inicial para utilizar la bicicleta, el grado de desmotivación que se produce con el tiempo cuando no se cumplen las condiciones idóneas para el usuario, o el incremento en la motivación cuando los vecinos también se desplazan en bicicleta.
«No es lo mismo el ciudadano que utilizará la bicicleta llueva, nieve o haga sol que aquel que sólo la utilizará si las condiciones del pavimento son buenas y hace buen tiempo. Se trata de la primera vez que un modelo de estas características tiene en cuenta los porcentajes de cada grupo de gente según su motivación y sus preferencias, lo que permite predecir con mucha precisión los efectos de cada medida» explica Roman Buil, el investigador del departamento de Telecomunicación e Ingeniería de Sistemas de la UAB que ha desarrollado el modelo.
Dado que los presupuestos de un ayuntamiento siempre son limitados, el modelo permite acotar las medidas a ejecutar, como por ejemplo la construcción de un número determinado de estaciones o de nuevos caminos, o adecuar el pavimento de un número concreto de kilómetros. A partir de estas condiciones iniciales, el modelo da como resultado una lista de combinaciones de las diferentes actuaciones, con el porcentaje de usuarios que utilizaría la bicicleta en cada caso, y determina qué combinación es la óptima para alcanzar el objetivo.
Buena acogida municipal
No es habitual que los políticos utilicen modelos computacionales para tomar decisiones, pero están teniendo muy buena acogida entre los municipios que las están poniendo a prueba. Los investigadores han creado modelos similares para simular situaciones muy diferentes, como optimizar el uso lúdico de los caminos de una montaña cercana a la ciudad, también en Skopje.
También los han aplicado para distribuir los espacios de un parque urbano para satisfacer las preferencias del máximo número posible de usuarios, en Zagreb (Croacia); determinar qué tipo de equipamiento municipal sería óptimo en función de las preferencias de la gente que vivirá cerca (una guardería, una biblioteca, un centro cívico, un parque …) todavía por implementar; o incluso para redistribuir las industrias de una gran ciudad para minimizar el impacto ambiental, un simulador actualmente en pruebas en la ciudad china de Yantai.
El proyecto se enmarca en el consorcio europeo FUPOL, financiado por el 7º Programa Marco de la Unión Europea, que desarrolla herramientas avanzadas de inteligencia artificial para el asesoramiento de políticos en el diseño y la implementación de políticas sociales.