Las inundaciones afectan a miles de personas cada año en el mundo. Y hasta ahora no es posible predecirlas.

Este año una de las recientes crecidas en Inglaterra afectó al investigador español Javier García-Pintado, precisamente hidrólogo experto en riadas.

«Estamos en la ribera del río Támesis. Esta zona fue largamente afectada por las recientes inundaciones. Especificamente en este tramo, nosotros estamos un poco mas altos y no tuvimos problemas pero nuestros vecinos de alrededor sí que los tuvieron.» 

Javier sabía que su familia estaba a salvo en casa. Él contaba  con sus conocimientos de experto, pues en su trabajo diario utiliza datos de satélites para mejorar los modelos de predicción de inundaciones. 

«Como hidrólogo, experto en riadas, yo tenía una elevada confianza en que esta propiedad no iba a tener ningún problema, y traté de comunicarlo a los vecinos.» 

Pero no todo el mundo tiene un vecino tan bien informado como Javier, ni con tanta suerte. Toda la zona oeste de Londres se vio afectada pues Inglaterra ha vivido el invierno más húmedo en casi doscientos cincuenta años. En toda Inglaterra se inundaron unas 6.500 casas. Y el gobierno británico miró al espacio en busca de ayuda… 

Las imágenes de satélite muestran la magnitud del desastre.  Sin embargo, éstas no estuvieron disponibles inmediatamente, tardaron unas 30 horas en ser procesadas.

Javier y su colega David Mason de la Universidad de Reading, utilizan esos datos para el análisis posterior a la inundación. Pero a este equipo le gustaría tener los datos con más rapidez y así tomarle la delantera a las aguas de la riada. 

«Del mismo modo que han mejorado los métodos de pronóstico del tiempo, pues hoy en día se sabe con bastante precisión si va a llover en los próximos tres días, ahora esperamos poder predecir las crecidas con mayor precisión a corto plazo.» 

Una nueva generación de satélites de la Agencia Espacial Europea examinará la superficie terrestre con radar. 

El primer satélite del programa Copérnico, llamado Sentinel 1, tiene programado su lanzamiento el próximo 3 de abril. 

«Cuando lleguen los satélites Sentinel 1, podremos tener imágenes casi en tiempo real, con más o menos una hora de diferencia en la estación de Tierra, asegura David Mason, profesor asociado de la Universidad de Reading. Luego hay que adaptar los datos para poder utilizar esas imágenes y predecir las inundaciones.» 

Los satélites «Centinela» no sólo prometen una avalancha de datos sobre inundaciones. La misión está compuesta por siete satélites diferentes y cada uno escrutará la Tierra de diferentes maneras. 

El proyecto es supervisado por Josef Aschbacher desde una base de observación cerca de Roma. 

«Una vez que el sistema está configurado realmente tenemos una amplia variedad de satélites e instrumentos que miden cantidad de parámetros. Prácticamente se puede medir todo desde el espacio a partir de parámetros enviados desde la Tierra, tanto para inundaciones, incendios forestales, erupciones volcánicas, daños causados después de un terremoto, y también derrames de petróleo y parámetros oceánicos, sobre la altura en la superficie del mar, temperatura, y datos sobre el clima, la calidad del aire, las capas de hielo y mucho más… Así que realmente se puede medir de todo con esta constelación de satélites Sentinel que se están construyendo ahora mismo «. 

La financiación de los satélites Sentinels proviene de los contribuyentes a través del programa Copérnico, conocido anteriormente como GMES, Global Monitoring for Environment and Security. 

Está dirigido por la Comisión Europea, en colaboración con la Agencia Espacial Europea y la Agencia Europea de Medio Ambiente. 

Volker Liebig, es el director de los programas de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea: 

«La política de datos, que se decidió hace poco tiempo, es abierta y gratuita. Sobre estos datos podemos desarrollar gran cantidad de negocios para empresas europeas, tanto dentro como fuera de Europa. Y esto sólo es posible si los datos en bruto están disponibles de forma gratuíta. Es como el sistema de navegación por satélite, hay una señal gratuíta desde el espacio, pero luego muchas empresas desarrollan en torno a eso sus actividades.» 

El programa Copérnico ya está funcionando, pero se ampliará considerablemente en los próximos dos años. Con el lanzamiento de los satélites Sentinels comenzará a ofrecer muchos terabytes de datos al día. 

Josef Aschbacher, dirige la Oficina Espacial Copérnico, de la Agencia Espacial Europea: 

«En el mejor de los casos estamos llegando a una resolución de cerca de medio metro, lo que es bastante preciso. Después pasamos a un rango de resolución de unos 5 metros, con el que se pueden medir diferentes parámetros, información típicamente agrícola, plantaciones, predicciones de rendimiento, etc. Después pasamos a unos 200 ó 250 metros, resolución que se utiliza para la asignación global de los océanos, son parámetros reales a escala mundial, que por supuesto tienen diferentes tipos de usuario y un interés diferente «. 

De regreso a Inglaterra, Javier cree que el flujo de datos casi en tiempo real del satélite Sentinel-1 creará una gran diferencia. Predecir las crecidas es un campo emergente en la ciencia que se desarrollará a medida que haya información más precisa. 

«Con las imagenes del satélite de la Agencia Espacial Europea, ESA podemos tener una resolución vertical del orden de decímetros. Y eso es lo que nos permite decir que esta zona va a estar inundada y aquella zona del campo de cricket de al lado no va a estar inundada. Y esto es lo que nos ayudará a establecer mejores planes de actuación.» 

Los satélites «Centinela» remplazarán al satélite Envisat y estarán en órbita a 700 kilómetros de la Tierra proporcionando imágenes de gran resolución. 

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