Una mutación genética en una sola especie altera ecosistemas enteros

Colonias de Serratia marcescens, una de las especies de bacterias utilizadas en el estudio, que crece en una placa de agar. / Deirdre McClean


Mediante el uso de bacterias para replicar los sistemas ecológicos en el laboratorio, científicos del Trinity College de Dublín (Irlanda) encontraron que las mutaciones de un solo gen, que alteran la forma en la que una especie bacteriana interactúa con otras, tenían enormes impactos estructurales a través de sus múltiples especies de comunidades microbianas.

Estos ‘mutantes sociales’ variaban en su capacidad para producir biopelículas, muchas de las cuales causan problemas de salud en las personas. Este hecho tiene repercusiones en cadena en otras especies que, a su vez, alteran por completo la estructura de las comunidades biológicas.

«Es increíble saber que un cambio en un solo gen tiene el potencial de tener un efecto tal que puede cambiar ecosistemas enteros», dice Deirdre McClean, autor principal del estudio que publica la revista Nature Communications e investigador del Trinity College.

«Sabemos que los depredadores son muy importantes a la hora de influir en cómo se estructuran los ecosistemas, ya que controlan el número y la diversidad de otras especies de la red alimentaria. Un cambio genético tan pequeño puede causar una mutación que altera completamente las comunidades, tanto como la extinción de un depredador», declara Ian Donohue, coautor del trabajo.

Los resultados del estudio resaltan el notable alcance de las diferencias genéticas a escala dentro de las poblaciones. Estos cambios modifican ecosistemas enteros, no solo el de comunidades microbianas, sino también ecosistemas a gran escala, tales como lagos, bosques y sistemas marinos. Las especies utilizadas en el estudio son comunes en ambos entornos de suelo y de agua dulce.

Asimismo, estos hallazgos tienen implicaciones para las investigaciones con enfermedades y fármacos, así como para la ecología y la genética. «Comprender los efectos del comportamiento de las bacterias en la composición de las comunidades biológicas podría resultar crucial en el desarrollo de tratamientos destinados a la manipulación de nuestra flora intestinal, por ejemplo», concluye Donohue.

Referencia bibliográfica:

Deirdre McClean et al. «Single gene locus changes perturb complex microbial communities as much as apex predator loss» Nature Communications doi:10.1038/ncomms9235

(SINC)

Los comentarios están cerrados.