La fibra óptica conocida comúnmente por su uso en el campo de la telecomunicación, fue adaptada por ingenieros eléctricos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) para fabricar sensores que por medio de halos de luz identifiquen los niveles de impureza en gasolina y ron.
Para poder realizar esta acción le fue retirada a la fibra óptica la cubierta plástica con el fin de modificar las condiciones de propagación lumínica, al dejarla expuesta al medio ambiente. De esta manera se produce un espectro de radiación semejante a un haz de luz que cambia de color de acuerdo con la concentración de pureza de las sustancias, comentó el ingeniero eléctrico René Fernando Domínguez Cruz, de la UAT.
El color del espectro de radiación cambia debido a las perturbaciones de los líquidos a los que se expone. Sin embargo, el haz de luz es imperceptible para el ojo humano, por lo que es necesario usar un sistema de analizador de espectros adecuado a la fibra de vidrio que permite escanearlo y generar los valores en nanómetros para cada medición.
Primeramente, cuando la fibra óptica se expone al aire, el analizador de espectros registra un color específico de la radiación y unos valores estándar. Asimismo al sumergirla en gasolina pura o bebidas alcohólicas, genera otro halo y al hacerlo con un combustible rebajado obtiene una distorsión tanto en medidas como en el efecto luminoso.
El propósito de utilizar el analizador de espectros es visualizar la radiación que el ojo humano no percibe, el cual detecta el color del haz de luz y los valores, por ejemplo, la fibra cuando está al aire muestra una medida neutral de mil 530 nanómetros.
Por otra parte, cuando se expone la fibra óptica a gasolina pura de 87 octanos, tipo magna, el espectrómetro marcó mil 558 nanómetros, pero cuando se realizó la misma acción en combustible rebajado al 50 por ciento con etanol se registraron mil 542 unidades.
El investigador de la UAT, explicó que a la gasolina se le agrega etanol para tener una mejor combustión y reducir los gases contaminantes. Por lo que al realizar el experimento se fue escalando con gasolina pura hasta rebajarla con el alcohol a una relación de 50 a 50, ya que una concentración mayor daña los motores de los automóviles.
Con el propósito de registrar datos más precisos y detectar mayores impurezas se redujo por medio de una reacción química el grosor del diámetro de 125 a 80 micras de la fibra para aumentar la sensibilidad de la fibra óptica.
Respecto a identificar la pureza del ron, Fernando Domínguez comentó que la Profeco verifica la autenticidad del alcohol, pero no comprueba su origen, solo detecta si tiene el grado de alcoholicidad indicado en la botella.
Por lo que otra aplicación que le dieron a la fibra óptica fue analizar bebidas alcohólicas, en este caso la pureza del ron y compararlo con bebidas adulteradas.
La ventaja que ofrece este prototipo es que da los resultados de inmediato; sólo es necesario obtener el valor de referencia del ron puro, para después compararlo con el que está presuntamente adulterado. Seguido de ello, la impureza de la bebida se comprobará al mostrar un valor diferente, además del espectro de luz que expide la fibra óptica al sumergirla cambiará su color en relación al original.
El investigador de la UAT refirió que cuando realizaron pruebas con el ron añejo, la fibra óptica arrojó un valor de mil 564 nanómetros en el sistema analizador de espectros, mientras que el rebajado al 50 por ciento de etanol y etilinglicol marcó mil 615 unidades