La Universidad Veracruzana (UV), a través del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca), logró recursos que oscilan en los cinco millones 500 mil pesos por parte del Fondo Sectorial de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para la reactivación del agave pulquero en la región de Puebla-Veracruz y su utilización en la producción de biocombustibles y otros productos.
El nombre del proyecto es “Estrategias biotecnológicas de conservación y reactivación del agave pulquero en la región poblano-veracruzana para uso integral en la producción de biocombustibles y otros co-productos”, mismo que este 25 de junio fue presentado al rector de la UV, Raúl Arias Lovillo.
El Rector resaltó que el Inbioteca es un protocolo de la nueva universidad. Asimismo, añadió: “Este proyecto no solamente se trata del impulso y fortalecimiento de nuestros cuerpos académicos, tiene el mérito de integrar distintas instituciones, entidades gubernamentales y las implicaciones que tendrá para la comunidad y los productores, para la recuperación de un producto tradicional y altamente significativo a lo largo de la historia de nuestro país.
”Si a esto agregamos –además de los beneficios que pueda tener para los productores– el hecho de que estemos buscando siempre alternativas desde la academia para salvaguardar los ecosistemas y alternativas importantes como las energías renovables, yo diría que este proyecto es un lujo.”
Arias Lovillo recalcó: “Para la UV es muy importante impulsar este tipo de proyectos, que son una muestra de lo que la institución quiere seguir impulsando no sólo en el estado, sino a nivel nacional”.
Sergio Martínez Hernández, investigador del Inbioteca y uno de los principales autores del proyecto, explicó que éste se concibió con el objetivo de evaluar materias primas como fuentes energéticas sustentables que sustituyan a los combustibles fósiles, ya que éstos no son renovables y generan gases de efecto invernadero.
Y es que en busca de alternativas se han logrado biocombustibles de primera generación, con base en productos como el maíz y la caña de azúcar. No obstante, han creado polémica, por ejemplo, por la “competencia con el sector alimenticio, utilización de grandes cantidades de agua, cambio de uso del suelo y uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas”.
Por tal motivo, continuó, se han buscado más opciones y una de ellas son los biocombustibles de segunda generación, que usan recursos no competentes con el sector alimenticio o residuos agroindustriales o forestales. Así, se propuso la utilización de agave pulquero de la zona del Valle de Perote, que incluye comunidades de Puebla y Veracruz.
Entre los datos de esta planta suculenta figuran que es nativa de México, pues aquí se encuentra 75 por ciento de las especies; en consecuencia, el país, junto con Australia y Sudáfrica, son considerados de los más aptos para su cultivo.
Sin embargo, apuntó, el problema del agave pulquero en México es que su cultivo ha sido abandonado: “Se estima que en la década de los setenta inició el colapso de la industria del principal producto que se genera a partir del agave, que es el pulque. Esto debido a diversos factores, entre ellos la competencia con el sector cervecero.
”Se estima que más de 70 por ciento de estos cultivos se han perdido y algunas especies de agave pulquero están catalogadas en riesgo. Éste es el caso de nuestra región, específicamente poblano-veracruzana del Valle de Perote.”
En este contexto, la propuesta del Inbioteca consiste en “evaluar estrategias biotecnológicas para el rescate, conservación y reactivación del cultivo del agave pulquero” en la región del Valle de Perote, para su uso integral en la producción industrial de biocombustibles (principalmente el etanol) y otros co-productos.
Entre los ejes principales del proyecto figuran: la investigación y transferencia de tecnología, la formación de recursos humanos y la vinculación con la sociedad.
Para tal proyecto se logró un recurso por cinco millones 555 mil pesos por parte del Fondo Sectorial Sagarpa–Conacyt, a ejercerse en cuatro años.
En este proyecto participarán estudiantes e investigadores de 10 instituciones: Instituto Tecnológico Superior de Perote; Universidad Autónoma de México-Ixtapalapa; Instituto Tecnológico Superior de Monterrey, Campus Querétaro; Colegio de Postgraduados Tabasco; Centro de Investigación Científica de Yucatán; IRDA, Canadá; Universidad de Costa Rica y, naturalmente, la Veracruzana, con entidades como el Inbioteca, la Facultad de Biología campus Xalapa y de Ciencias Químicas, campus Córdoba-Orizaba.
Asimismo, participarán productores agrícolas de Veracruz y Puebla, quienes donarán plantas de agave para los trabajos de investigación.
Cabe destacar que además de los laboratorios que se utilizarán para este proyecto, se tendrán dos parcelas demostrativas para los trabajos en campo.
En la reunión también estuvieron presentes: el secretario Académico, Porfirio Carrillo Castilla; el director general del Área Académica Biológico-Agropecuaria, Domingo Canales Espinosa; el director del Inbioteca, Juan Carlos Noa Carrazana; el director del Instituto Tecnológico Superior de Perote, Alfredo González Gutiérrez, así como autoridades de la Sagarpa.