Académicos de la Universidad Veracruzana (UV) adscritos al Instituto de Neuroetología resaltaron la importancia de tener bajo resguardo áreas naturales protegidas (ANP), así como la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Doña Hilda Ávila de O´Farrill”, ya que ofrecen la posibilidad de hacer numerosas investigaciones en ambientes donde ocurre una gran interacción de especies.
Francisco García Orduña, director del Instituto, y Jorge Morales Mávil, representante del cuerpo académico Neuroetología, destacaron que la región de Los Tuxtlas es una de las más diversas no solamente del estado sino del país, por tal motivo es también una de las más estudiadas.
“Nuestro Instituto tiene bajo su protección y cuidado tres islas dentro de la laguna de Catemaco”, precisó García Orduña, “en la isla de Agaltepec habitan monos aulladores, cerca de 50 individuos de la especie Alouatta palliata; ahí se realizan estudios de conducta, forrajeo, agresión en primates y la relación planta-animal, principalmente”.
En la isla de Tanaxpillo, donde se liberaron 14 monos araña, se están realizando estudios conductuales y relativos a su estado de salud; estos monos provienen del sureste y fueron mascotas incautadas que estuvieron en centros de decomiso y posteriormente se trasladaron a la isla.
Existe otra isla, Totogochillo, donde actualmente habita un pequeño grupo de macacos y desde 1974 se efectúan estudios conductuales.
“Estas islas han servido en la formación de numerosas generaciones de investigadores, son un laboratorio viviente donde podemos ver las interacciones entre plantas y animales, así como entre individuos de la misma especie al igual que entre aves, primates y reptiles”, apuntó el investigador.
Por otro lado, en la laguna de Sontecomapan se han hecho estudios sobre el rescate de las especies de mangle, también reforestando el área, “es un cuerpo de agua muy importante del que dependen muchas personas, pescadores principalmente”.
La UMA “Doña Hilda Ávila de O’Farrill”, conocida anteriormente como el predio de Pipiapan, ha estado a cargo de la UV desde 1985 y en ella habitan especies que son migrantes temporales como venados y algunos felinos; ha recibido estudiantes nacionales y extranjeros quienes realizan investigaciones de licenciatura y posgrado.
Francisco García señaló que actualmente se tiene un convenio con la Universidad de Linkoping en Suecia que ha permitido la visita de nueve estudiantes europeos para efectuar investigación con primates.
Se han producido alrededor de 20 trabajos recepcionales y se han publicado un promedio de dos artículos por año derivados de proyectos de investigación, así como documentos para congresos nacionales e internacionales.
Esta UMA se considera de manejo extensivo porque tiene dos niveles, uno es una reserva de 204 hectáreas, con selva alta y mediana perennifolia, que es un ecosistema típico y de mayor diversidad de la región de Los Tuxtlas; en la otra área habitan animales en cautiverio donde se han realizado numerosas investigaciones con primates, tucanes e iguanas, comentó Morales Mávil.
“Este predio está situado estratégicamente dado que la reserva de la biosfera de Los Tuxtlas es un área de conservación federal que consta de los volcanes San Martín, Santa Martha y San Martín Pajapan, ellos son los tres núcleos de la región.”
El área está situada en la intersección de los volcanes San Martín y Santa Martha, “por ello esta área es importante para la UV, porque la biodiversidad que tiene cada uno de los volcanes es distinta con respecto de la otra”.
La UMA tiene elementos florísticos y faunísticos de los dos ambientes, porque es una zona de transición de fauna compuesta por dos masas boscosas con características diferentes pero que el predio comparte.
Morales Mávil puntualizó que se han catalogado hasta 87 especies distintas de anfibios y reptiles, “un porcentaje muy alto son endémicas, es decir, solamente se hallan en la región, en el estado o en el país, incluso hay especies de las cuales se han registrado sólo dos ejemplares”.
Numerosas investigaciones efectuadas en el predio son relativas a la conducta de lagartos, ranas, primates, así como inventarios de aves y estudios sobre la dispersión de semillas.
“Es una gran reserva y para nosotros no es solamente un campo científico, además es un excelente salón de clases al aire libre dado que hacemos docencia con estudiantes de licenciatura y posgrado, ahí realizan prácticas profesionales y servicio social, así como sus trabajos recepcionales.”
Al respecto, el académico resaltó que “en este gran salón todas las carreras universitarias pueden realizar prácticas docentes, contamos con una infraestructura básica que incluye una cocineta y mobiliario para que se puedan impartir clases rodeados de vegetación, para los biólogos es genial y creo que para las demás carreras puede ser una alternativa importante, considerando que es una ANP”.