El servicio internacional de vigilancia de icebergs creado tras el hundimiento del Titanic ahora es capaz de monitorizar con mayor rapidez el hielo a la deriva gracias a la computación en la nube proporcionada por la ESA.
Los icebergs que se cruzan en las rutas trasatlánticas normalmente se han desprendido de la capa de hielo de Groenlandia y son arrastrados hasta la Bahía de Baffin. Desde allí, normalmente encallan en tierra o siguen hacia el sur. La mayoría terminan por fundirse, pero algunos pueden continuar peligrosamente en su camino.
El 15 de abril de 1912, el iceberg más famoso de la historia chocó con el Titanic justo por debajo de los Grandes Bancos de Terranova. El costo humano fue enorme, ya que perecieron más de 1.500 personas, entre pasajeros y miembros de la tripulación.
Este desastre llevó a las naciones marítimas a establecer una patrulla de vigilancia de icebergs en todo el Atlántico Norte, que aún permanece en activo. Desde 1913, la Guardia Costera de los Estados Unidos dirige la Patrulla Internacional del Hielo (IIP) y, hasta ahora, ningún buque que haya respetado los límites publicados por ella ha colisionado con icebergs.
Durante la temporada de hielo, que va de enero a julio, sus aviones de vigilancia realizan vuelos de reconocimiento regulares, cuyos datos se suman a la gran cantidad de imágenes de radar suministradas por los satélites europeos Sentinel-1A y Sentinel-1B.
La patrulla alimenta con los avistamientos realizados desde aviones y barcos una base de datos de icebergs que publica advertencias diarias para los marinos.
“Cada vuelo dura entre siete y nueve horas, y cubre unos 75.000 km2 de agua o más”, explica David Arthurs de PolarView, que controla la Plataforma de Exploración Temática Polar para la ESA.
“Sin embargo, los satélites aportan una visión adicional más amplia dentro de los 1.300.000 km2 que abarca el servicio. Los satélites de radar resultan excelentes a la hora de detectar hielo marino e icebergs, incluso en condiciones de nubosidad u oscuridad”.
“Con la nueva plataforma, estas tareas de vigilancia ahora son mucho más rápidas y sencillas, ya que todos los datos principales se recopilan y procesan en una única plataforma online. Su valor real estriba en que acerca los datos de los satélites en órbita a los usuarios finales”.
“La velocidad aquí es fundamental: nuestro objetivo es poner en manos de la Patrulla del Hielo los resultados con la mayor rapidez posible, como muy tarde, en unas horas”.
Michael Hicks, científico jefe de la Patrulla Internacional del Hielo, añade: “Este enfoque en la nube servirá de puente para el futuro de la patrulla, ya que mejorará nuestra capacidad de monitorizar los riesgos de icebergs desde el espacio, para seguir protegiendo a la comunidad marítima”.
La plataforma online permite extraer fácilmente información a partir de un conjunto de datos de satélites y modelos informáticos, incluyendo modelos de partos y trayectorias de icebergs; datos históricos, de corrientes oceánicas y de vientos en la Bahía de Baffin; y productos de datos sobre la capa de hielo de Groenlandia procedentes de la Iniciativa contra el Cambio Climático de la ESA.
Las seis Plataformas de Exploración Temática de la ESA ofrecen información procedente de grandes conjuntos de datos medioambientales, recopilados por la constelación del programa Copernicus y otros satélites de observación de la Tierra.