Existe una visión optimista de que en un futuro no lejano la mayor parte de los seres humanos se encontrarán viviendo en grandes ciudades, pero lo que hoy parece una posición privilegiada para las personas que habitan las urbes, en breve tiempo será una posición caótica y hasta trágica, porque los elementos y las condiciones que requieren las grandes urbes no forman parte de las estrategias de los gobiernos de las megalópolis.

Transferir a poblaciones humanas a las grandes ciudades es irresponsable, porque si bien en el corto plazo se acerca a las personas al trabajo y a bienes y servicios necesarios, a largo plazo el costo de la huella ecológica en las urbes será enorme, consideró el doctor Félix Díaz Ortega, profesor-investigador de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Entrevistado sobre el estado del hábitat humano, en el marco de los festejos del Día Mundial del Hábitat, que este año se enfoca en el tema de Movilidad Urbana y que se celebra el primer lunes del mes de octubre, el académico criticó que los gobiernos se encuentran interesados en que la economía crezca, que el producto interno bruto (PIB)  aumente, pero no en dirigir esos posibles recursos a mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.

Los humanos tienen derecho a la salud, la educación, la vivienda, a una alimentación adecuada, un aire limpio, pero para que esto ocurra se necesita un conjunto de instrumentos que el Estado debe tener para hacer llegar estos bienes a la sociedad, y lo que observamos son entidades, corporaciones y gobiernos locales que especulan con estos derechos y convierten en sus víctimas a los habitantes de las ciudades. 

Así, de forma progresiva se van generando condiciones de vida caótica en las ciudades y en 30 o 50 años la situación será tan crítica que ninguna entidad, corporación, gobierno o sociedad estará en condiciones de solventarla, vaticinó el urbanista y especialista en derecho ambiental.

El problema del hábitat humano es todavía materia pendiente en lo global y lo local ya que no se ha analizado con seriedad y en su verdadera dimensión, puntualizó el docente adscrito al Departamento de Teoría y Procesos del Diseño, quien desarrolla la línea de investigación Ciudades en resiliencia y sustentables.

Los comentarios están cerrados.