Alfred Nobel en uno de sus laboratorios

Alfred Nobel en uno de sus laboratorios


Alfred Bernhard Nobel, nació en Estocolmo, Suecia, el 21 de octubre de 1833, dentro de una familia de ingenieros. Registró durante su vida 350 patentes y en la actualidad su nombre sobrevive en varias compañías, como Dynamit Nobel y la mencionada AkzoNobel.

Fue un químico, ingeniero, inventor y fabricante de armas sueco, famoso principalmente por que inventó distintos tipos de explosivos, entre ellos una variedad manejable y segura de nitroglicerina, que denominó dinamita.

Su idea le permitió amasar una fortuna, con la que creó un verdadero imperio industrial.

Cuando tenía 9 años su familia se trasladó a Rusia, donde él y su hermano recibieron una esmerada educación en ciencias naturales y humanidades.

En 1867 inventó la dinamita inerte y fue un industrial inquieto, creador, y sin fronteras en Europa por lo que él llamaba a los ferrocarriles “mis cárceles ambulantes” y fue titulado como “el vagabundo más rico de Europa”.

En 1895 fundó Elektrokemiska Aktiebolaget, más conocida como Eka, en Bengtsfors, Suecia. La empresa fue finalmente absorbida por el grupo AkzoNobel que todavía en la actualidad, mantiene parte de su nombre.

Nobel fue propietario de la empresa Bofors, compañía a la que orientó desde la producción de hierro y acero a la fabricación a gran escala de cañones y otros armamentos.

Sus productos fueron de enorme importancia para la construcción, la minería y la ingeniería, pero también para la industria militar. Su fortuna se acrecentó con la inversión en pozos de petróleo en el Cáucaso.

También desarrolló sus capacidades literarias como para escribir poesía en inglés. Su obra Nemesis, una tragedia en prosa sobre el episodio de Beatrice Cenci, inspirada en parte por la obra de Shelley The Cenci fue impresa mientras agonizaba. La tirada completa de la obra, salvo tres ejemplares, fue destruida al ser considerada escandalosa y blasfema. Actualmente, además de una edición en sueco, existe otra en francés.

En 1888 Alfred Nobel se sorprendió al leer su obituario en un periódico francés: El mercader de la muerte ha muerto.

El periodista que hizo tal escrito confundió su muerte con la de su hermano Ludvig.

Esto le llevó a cambiar su visión de si mismo, preocupado por como sería recordado en el futuro.

Alfred Nobel acabo sus días arrepentido de lo que sus inventos significaban al mundo, no solo por la dinamita, sino también por la creación de la pólvora sin humo y otras ideas más. En sus memorias plasmó que la paz mundial se alcanzaría cuando existieran armas tan poderosas que fuera absurdo usarlas, y entonces todos la humanidad progresaría en conjunto.

Y él que había sido un ejemplo de honestidad, laboriosidad y consideración le impactó dramáticamente la posibilidad de un recuerdo peyorativo en la posteridad; esto lo lleva a crear la Fundación Nobel, para cambiar, precisamente, la forma en que se sería recordado, y en consecuencia los premios para reconocer «a aquellos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad», en las ramas de física, química, fisiología o medicina, literatura, y para la paz.

En su testamento firmado el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París, Nobel instaura con esa fortuna el fondo para premiar a quienes “hayan concedido los mayores beneficios a la humanidad” en la Literatura, Fisiología o Medicina, Física, Química y la Paz.

Se calcula que su fortuna en el momento de su muerte era de 33’000,000 coronas, de las que legó a su familia apenas 100,000 coronas. El resto fue destinado a los Premios Nobel.

Una hemorragia cerebral le causó la muerte cuando estaba en su hogar en su villa “Mio Nido”, en San Remo, Italia, el día 10 de diciembre de 1896 a la edad de 63 años.

Los Premios Nobel comenzaron a entregarse desde 1901 en las áreas designadas por su creador, mientras que en 1969 se instituyó un sexto premio para la economía.

En su honor se denominó «nobelio» (No) al elemento químico obtenido artificialmente en 1957 situado en el grupo IIIb del Sistema periódico formando parte de los actinios con número atómico 102.

En su honor también se denominó a un cráter de la Luna,

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