Sandra Isabel Jiménez Mateos *
Paul Michael Foucault fue un historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo francés, que nació en Poitiers, Francia, el 15 de octubre de 1926 y que creó la teoría “Historia de los sistemas del pensamiento”.
Tras la Segunda Guerra Mundial, ingresó en la prestigiosa École Normale Supérieure, la tradicional puerta de entrada a una carrera académica en Humanidades en Francia, pero ahí sufrió una depresión aguda, por la angustia que le producía su homosexualidad, tanto que intento suicidarse en varias ocasiones. Esto provocó que lo llevasen con un psiquiatra, lo que propició que se fascinase con la psicología, al grado de seguir ésta carrera junto con la de Filosofía, materia en la que se graduó en 1952.
Fue un intenso activista de izquierda, al grado de que tras el movimiento estudiantil de mayo de 1968, cuando el Gobierno francés creó la universidad experimental París VIII en Vincennes y nombró a Foucault como el primer jefe de su departamento de filosofía en diciembre de ese año, Foucault reclutó en su mayoría jóvenes universitarios izquierdistas (como Judith Miller) cuyo radicalismo hizo que el Ministerio de Educación, se opusiera al hecho de que en muchos de los títulos de cursos figuraba la frase «marxista-leninista», y que decretara que los estudiantes de Vincennes no serían elegibles para convertirse en profesores de enseñanza secundaria. Foucault también se unió de forma notoria a los estudiantes en la ocupación de edificios de la administración y a los enfrentamientos con la policía.
En la década de los sesenta, Foucault estuvo asociado al estructuralismo, un movimiento del que posteriormente se distanció, aunque usase de un modo personal los métodos de dicho enfoque: Las palabras y las cosas pueden entenderse como una crítica a la pretensión sígnica, dejando de lado su interés por las condiciones de modificación histórica del sentido. En ulteriores trabajos y cursos desarrolló conceptos como biopoder y biopolítica, de especial relevancia en la obra de pensadores políticos contemporáneos como Antonio Negri, Michael Hardt, Giorgio Agamben y Roberto Esposito.
La originalidad de su propuesta la demuestra en el examen de los conceptos y códigos que operan en la sociedad, especialmente del “principio de exclusión”, que se reflejan en sus estudios de la locura y del origen de la clínica sicológica, donde fijó los límites entre los términos “normal” y “patológico”.
Su estructuralismo se encuentra en lo que él llama la arqueología de las ciencias humanas, la arqueología del saber y el orden del discurso. En su pensamiento, extendido en una prolífica producción de ensayos, se encuentran tres etapas: la arqueológica, la genealógica y la de la gobernabilidad o de las técnicas del yo. Se ocupó de lo que él denomina las “disciplinas psi”: la clínica, las ciencias humanas, la prisión y la sexualidad.
Un punto central de su pensamiento es la defensa de la disuasión y el “derecho a la diferencia” de donde surge su particular defensa de los derechos del hombre.
Entre sus principales obras destacan: “Historia de la locura en la época clásica” 1961); “Enfermedad y civilización” “El nacimiento de la clínica.“Arqueología del examen médico” (1963); “El orden del discurso” (1975); “Vigilar y castigar” (1975); “Historia de la sexualidad” (1976); y ”La verdad y las formas jurídicas” (1978).
Foucault murió de una enfermedad relacionada con el SIDA en París el 25 de junio de 1984. Fue la primera personalidad destacada de Francia a la que se le diagnosticó esa enfermedad. En ese momento, aún se sabía poco sobre la enfermedad y sus rivales filosóficos en ocasiones atacaron sus actividades sexuales como una expresión de sus opiniones. En el artículo de portada de Le Monde que anunciaba su muerte, no hubo ninguna mención del SIDA, aunque se suponía que había muerto de una infección generalizada.
Antes de su muerte, Foucault destruyó parte de sus manuscritos, y en su testamento prohibió la publicación de lo que pudo haber pasado por alto. Su muerte fue descrita por su amigo cercano, Hervé Guibert, en el libro A l'»ami qui ne m'»a pas sauvé la vie, bajo el nombre de «Muzil».
Nota relacionada: “El otro Foucault” y su postura sobre quién tiene derecho a vivir: Alfredo Zavaleta Betancourt
- Investigadora del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales, de la Universidad Veracruzana