Pablo Rudomín, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), considera que la importancia del documento Hacia una Agenda en Ciencia, Tecnología e Innovación, radica en que ayudó a los miembros de la comunidad científica a tener una idea más objetiva de los problemas que vive el país. También, opina que la inversión en estos rubros debe ser gradual hasta llegar al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) e ir acompañada de cambios estructurales para que los recursos puedan ser utilizados de manera eficiente.
Premio Nacional de Ciencias y Artes y miembro de El Colegio Nacional, espera que el compromiso asumido públicamente por el presidente electo Enrique Peña Nieto, de elevar la inversión en ciencia y tecnología se cumpla.
“Los ex presidentes de la Academia Mexicana de Ciencias publicamos un desplegado en el que recordamos al presidente electo que se comprometió a apoyar el desarrollo científico y tecnológico del país y estamos esperando que así sea. Yo soy muy pragmático, creo en lo que se hace y no en lo que se dice”.
“El documento (Hacia una Agenda en Ciencia, Tecnología e Innovación) contiene un conjunto de propuestas, hay unas más realistas que otras, y nuestras necesidades como país son inmensas. Creo que no debemos ver lo que se dice, sino lo que se puede hacer”, indica en entrevista el científico galardonado en 1979 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
En opinión de uno de los neurofisiólogos más reconocidos por la comunidad científica internacional, preparar más científicos no se logra de un día para otro, pues antes se necesita tener estudiantes y un cambio de actitudes hacia la ciencia y tecnología. Se requiere de un esfuerzo concertado, “No basta decir: ya llegó la varita mágica y ahora vamos a tener ciencia de primer mundo, no. Tenemos muy buenos científicos a nivel individual pero como comunidad todavía tenemos mucho por hacer”.
Sobre la creación de una secretaría de ciencia y tecnología, menciona que algunos piensan que es lo más positivo, pero otros consideran que hay países -como Estados Unidos- que funcionan sin esta modalidad, pero en ellos cada Agencia tiene sus propios programas, y esta opción puede ser la otra salida. “Como siempre el Poder Ejecutivo tiene la responsabilidad de decidir, y ciertamente lo acertado de sus decisiones dependerá mucho de con qué gente se rodee”.
En ese sentido, Pablo Rudomín asegura que le da mucha esperanza que el también ex presidente de la AMC, Francisco Bolívar Zapata, haya sido elegido para coordinar la sección de ciencia y tecnología en el equipo de transición del presidente electo Enrique Peña Nieto:
“Es una persona muy sólida, muy positiva y comprometida con la academia, con el desarrollo de la ciencia. Me siento muy optimista con su presencia en el grupo. Qué tanto pueda o no hacer, no lo sé. A mí me tocó vivir esa etapa durante la administración del presidente Ernesto Zedillo, cuando fui coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, la experiencia fue que uno propone pero las decisiones las toma el presidente”.
El derecho al conocimiento
En la elaboración de la Agenda participamos muchos –cuenta. Es un intento muy interesante porque agrupa a los principales actores de los ámbitos académico, económico e industrial, con el propósito de presentar una visión integrada de toda esta problemática, considerando también que muchos de los problemas que hay que afrontar no son locales sino compartidos con otros países, dado que estamos inmersos en un mundo globalizado.
La participación que tuvo el investigador que fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias en 1987, fue en el tema la ciencia como un valor humano. “Una de mis tesis consiste en plantear la necesidad del conocimiento. Conocer y entender el mundo que nos rodea es lo que nos ha hecho humanos. Poder anticipar reacciones, de tal manera que nos permitan sobrevivir. Esto lo digo en un sentido darwiniano”, apunta.
Sobrevivir como sociedad –agrega- depende del conocimiento que tengamos acerca de nosotros mismos y del medio ambiente. Por lo tanto, el derecho a saber, el derecho a conocer, debe ser asumido como un derecho humano. Así como el derecho a la libertad, el derecho a conocer debe estar catalogado e incluido en la Constitución.
Los recursos para la ciencia
Sobre el incremento al 1% del PIB a la inversión en ciencia y tecnología, que se propone en el documento elaborado por más de 60 instituciones y organismos educativos, de investigación y empresariales de país, Rudomín Sevnovaty recuerda que este porcentaje ya lo establecen las leyes de educación y ciencia y hasta ahora no se ha cumplido.
“Cuando fui presidente de la AMC (1981-1983) también se planteó la necesidad de invertir más en ciencia y tecnología. No estamos diciendo nada nuevo, estamos expresando una necesidad, y cada presidente en turno de la Academia lo ha señalado y en cada reunión se ha repetido lo mismo. ¿Qué es lo importante?, pues que haya una conciencia social de la necesidad de desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación, y también la educación. Esto va a depender mucho de qué tanta prioridad le dé el gobierno entrante a estas actividades. Obviamente siempre hay limitaciones presupuestarias, pero lo que importa, a mi juicio, es la decisión política para apoyar el desarrollo científico y tecnológico del país”.
Esta inversión del 1% del Producto Interno Bruto hay que verla como un objetivo, dice Pablo Rudomín. Añade que no se trata que de pronto llegue todo el dinero: “Es una meta y tiene que ser gradual, porque un exceso de dinero también puede hacer mucho daño al desarrollo científico. Además, tiene que estar acompañada de los cambios estructurales necesarios para que esos recursos puedan ser utilizados eficientemente”.
Palo Rudomín, Premio Nacional de Ciencias y Artes y miembro de El Colegio Nacional, espera que el compromiso asumido públicamente por el presidente electo Enrique Peña Nieto, de elevar la inversión en ciencia y tecnología se cumpla.
“Los ex presidentes de la Academia Mexicana de Ciencias publicamos un desplegado en el que recordamos al presidente electo que se comprometió a apoyar el desarrollo científico y tecnológico del país y estamos esperando que así sea. Yo soy muy pragmático, creo en lo que se hace y no en lo que se dice”.