La sonda Galileo en la órbita de Júpiter

La sonda Galileo en la órbita de Júpiter


Desde sus bases en Houston, Texas, Estados Unidos, la agencia espacial NASA, anunció que había provocado la destrucción de la sonda Galileo, al inducir que se  estrellara contra Júpiter para que fuera consumida por el calor y la presión del planeta, por temor a que la misma cayese en la órbita de Europa, luna de Júpiter y la contaminase con sustancias u organismos llevados desde la Tierra. La interrupción de las comunicaciones, señal del fin, tardó 52 minutos en llegar a la Tierra.

La sonda fue lanzada el 18 de octubre de 1989 por medio de la nave aerospacial «Atlantis» en la misión STS-34. «Galileo» antes de llegar a Júpiter pasó por Venus y en dos ocasiones realizó aproximaciones a la Tierra; su viaje por el espacio duró hasta el 7 de diciembre de 1995, cuando entró en la órbita de Júpiter, en la cual permaneció por casi 8 años.

En febrero de 1990, estaba en las proximidades de Venus, alcanzando su mayor acercamiento el 10 de febrero de 1990, a 16,000 kilómetros.

En 1991 la sonda espacial «Galileo» pasó a 1.600 kilómetros del asteroide Gaspra de una superficie de 20 por 11 Km., que se supone es un residuo de la formación del Sistema Solar, del cual tomó las primeras vistas y es la primera vez que un asteroide es visitado por un objeto de fabricación humana.

En 1993 «Galileo» rumbo al planeta Júpiter pasa por segunda vez cerca de un asteroide, el 243 Ida, fotografiando por primera vez a un satélite de un asteroide, Dactyl. Este primer descubrimiento de la luna de un asteroide sólo se conoció el 23 de marzo de 1995, cuando se recibieron y revelaron las fotografías que no habían sido trasmitidas a la Tierra por el ritmo lento con que la nave estaba enviando los datos. La sonda se acercó al asteroide a 2,400 kilómetros de distancia.

En su viaje de acercamiento Galileo observó como el cometa Shomaker-Levy 9 se impactó en Júpiter,  observaciones que realizó entre el 16 y el 22 de julio de 1994.

El 28 de agosto de 1994 se ubicaba ya próxima a la luna Io del planeta Júpiter.

El 13 de julio de 1995 sobrevolará la atmósfera de Júpiter, separándose la sonda Galileo del Orbitador para dirigirse al planeta, en cuya atmósfera penetrará el 7 de diciembre de 1995, después de más de seis años de viaje y de haber recorrido 3,600 millones de kilómetros. La sonda estará activa por casi dos años recorriendo 600 kilómetros de los 70.000 que tiene el radio del planeta y con la cual el 5 de junio de 1997 detectó zonas húmedas en el planeta y las diferentes capas de nubes que lo rodean.

A su vez el obitador de «Galileo» dio once vueltas al planeta Júpiter y se acercó a tres de sus lunas: Ganímedes, Calixto y Europa y fotografió al satélite “Io” con actividad volcánica.

Desde esa posición también envío información de las lunas de Júpiter: Ganimedes, Europa, Io y Calixto, enviará información de todas ellas.

La misión debía concluir el 7 de diciembre de 1997, pero dado su considerable éxito en el estudio de los satélites jovianos, se decide extenderla otros dos años y llamar a esta fase Galileo Europa Mission (GEM).

En 1999 la misión se prolonga ahora hasta el 2001 para coincidir con la misión Cassini/Huygens, con la que en diciembre del 2000 se tienen observaciones conjuntas.

Ante el temor de que el orbitador pudiera caer en un futuro lejano sobre el satélite galileano (se le llama así a los 4 satélites de Júpiter descubiertos por Galileo Galilei: Europa, Io, Ganímedes y Calisto) Europa se decide enviar la nave en colisión con el planeta Júpiter.

El 21 de septiembre del 2003 la misión Galileo finaliza sumergiéndose en la inmensa atmósfera de Júpiter, en la que se presume alcanzó una velocidad de 175,000 kilómetros por hora, lo que la vaporizará. Hasta su destrucción total la sonda habrá viajado 4, 631’778,000 kilómetros con 925 kilogramos de combustible propulsor, proporcionando más de 30 gigabytes de datos, incluidas 14,000 imágenes.

La sonda “Galileo” es a Júpiter, como la «Magallanes» a Venus y el «Mars Observer» a Marte; todas son parte del proyecto norteamericano que junto a la «Ulysses» enviada al Sol por la Agencia Espacial Europea (ESA) siguen escrutando científicamente el sistema solar.

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