El 24 de junio de 2012 tres astronautas chinos lograron completar con éxito un acoplamiento manual entre la nave espacial Shenzhou-9 y el módulo de laboratorio orbital Tiangong-1, el primer intento de este tipo en la historia de la exploración espacial de China.
Este fue el primer paso en las intenciones de China de construir su propia estación espacial para el 2020.
El astronauta Liu Wang, asistido por sus compañeros de equipo Jing Haipeng y Liu Yang, controló la nave espacial Shenzhou-9 para acoplarla al módulo de laboratorio orbital Tiangong-1 a las 12:48 horas, y cerca de siete minutos más tarde se habían reconectado.
Aproximadamente una hora y media antes del acoplamiento, la Shenzhou-9 se había separado del Tiangong-1, situándose en el punto de atraque a 400 metros del módulo.
Para dejar espacio para el ajuste, los ingenieros habían establecido cuatro puntos de atraque para la nave espacial, a cinco kilómetros, 400 metros, 140 metros y 30 metros, respectivamente, del laboratorio orbital.
Dado que se trata de una maniobra espacial muy sofisticada, el acoplamiento manual requiere que el astronauta una con total precisión los dos orbitadores, que se desplazaban por el espacio a una velocidad a 7,8 kilómetros por segundo.
Poco después del acoplamiento, los sonrientes astronautas saludaban al personal de tierra a través de la cámara.
‘»El acoplamiento manual fue realizado bellamente. Fue muy preciso y rápido'», dijo Liu Weibo, responsable del sistema de astronautas de China.
El acoplamiento manual fue completado en sólo 7 minutos y 3 segundos, incluso más rápido que el acoplamiento automático, dijo Liu.
Los astronautas, a 343 kilómetros de distancia de la Tierra, también recibieron los saludos de un equipo de submarinistas chinos que se encontrban en la Fosa de las Marianas, a 7.020 metros de profundidad en el Océano Pacífico, y donde acababan de romper el récord de inmersión del país en un sumergible tripulado en la mañana de hoy domingo.
La nave y el laboratorio espacial se unieron entre sí por un acoplamiento automatizado el 18 de junio. Los tres astronautas, entre ellos la primera astronauta femenina del país, Liu Yang, fueron enviados al espacio a bordo de la Shenzhou-9 el 16 de junio a partir de un centro de lanzamiento en el desierto de Gobi, en el noroeste de China.
China había realizado con éxito también un acoplamiento espacial automático entre la nave espacial no tripulada Shenzhou-8 y el Tiangong-1 a finales del año pasado.
China es el tercer país, después de Estados Unidos y Rusia, en adquirir la tecnología y las habilidades necesarias para el encuentro y el acoplamiento espaciales, y en ser capaz de suministrar personal y material para un módulo en órbita a través de diferentes métodos de acoplamiento.
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