nvestigadores de las universidades de Alcalá y Johns Hopkins comparan el entorno alimentario de las ciudades de Madrid (España) y Baltimore (EE UU) en un artículo publicado en la revista Preventive Medicine. Estudios previos ya habían demostrado que el entorno alimentario influye sobre la calidad de la dieta y sobre enfermedades como la obesidad.
En Madrid, la prevalencia de obesidad ronda el 14,3%, mientras que en Baltimore esta prevalencia alcanza un 34%, según datos del departamento de Salud de la ciudad estadounidense y de Atención Primaria de la capital española.
Las principales diferencias respecto a la alimentación están en el tipo de comercios de alimentación encontrados: mientras que en el área de Madrid destaca la presencia de comercios tradicionales (fruterías, pescaderías,… donde predominan los alimentos frescos y saludables), este es un tipo de tienda inexistente en Baltimore, donde abundan las tiendas de conveniencia (tiendas con horarios de apertura muy extensos y gran cantidad de comida preparada).
Además, en Madrid, el 63% de los comercios presentes en el área de estudio tenían a la venta variedades de frutas y verduras, frente a un 53% de las tiendas de Baltimore. La distribución especial de estos alimentos es homogénea en la zona de la capital, mientras que en Baltimore se limita a la zona suroeste.
Un entorno urbano diseñado para favorecer al peatón frente al coche puede influir sobre los hábitos de alimentación
Entorno urbano favorable
Los resultados de este estudio resaltan la importancia de las tiendas tradicionales y de los mercados municipales como elementos saludables en las ciudades, y como posible estrategia preventiva del sobrepeso, la obesidad y otras enfermedades relacionadas con una alimentación poco conveniente.
Las conclusiones también muestran las diferencias en cuando a la accesibilidad en ambas ciudades. En Madrid, un 77% de los residentes viven a una distancia menor de 200 metros de una tienda con una alta disponibilidad de alimentos saludables. Y el 23% restante, a entre 200 y 400 metros de un comercio de esta categoría.
Sin embargo, en Baltimore solamente un 1% de los residentes tenían acceso a menos de 200 metros a una tienda con un alto índice de alimentos saludables. Un 13% de los residentes vivían a una distancia de entre 200 y 400 metros, y la mayoría de los residentes (82%) se encontraba, al menos, a una distancia de 800 metros. Estos resultados resaltan cómo un entorno urbano diseñado para favorecer al peatón frente al coche puede influir sobre los hábitos de alimentación, y por tanto, sobre la salud de los residentes.
Referencia bibliográfica:
Julia Díez, Usama Bilal, Alba Cebrecos, Amanda Buczynski, Robert S. Lawrence, Thomas Glass, Francisco Escobar, Joel Gittelsohn, Manuel Franco. “Understanding differences in the local food environment across countries: A case study in Madrid (Spain) and Baltimore (USA)”, Preventive medicine, doi:10.1016/j.ypmed.2016.06.013