La obesidad en las mujeres tiene repercusiones reproductivas desde la adolescencia, entre ellas, la adrenarquia temprana (pubertad precoz), alteraciones menstruales, anovulación crónica, Síndrome de ovario poliquístico, infertilidad y síndrome Metabólico, detalló el doctor en ciencias médicas, Víctor Saúl Vital Reyes.
Durante el simposio Repercusiones de la obesidad en mujeres en edad reproductiva, que se realizó ayer en la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, el especialista advirtió que las mujeres con exceso de peso que se embarazan de manera espontánea tienen una tasa mayor de abortos y de diabetes mellitus gestacional, preeclamsia, así como mayor riesgo al cáncer de endometrio.
“Hasta el 2013, nuestro país contaba con nueve millones de mujeres con sobrepeso entre los 15 y 44 años (en edad reproductiva), de las cuales, tres millones no tenían hijos y un 15 por ciento de ese número, que sería casi medio millón, padecía de infertilidad con obesidad, lo cual refleja el impacto de esta problemática”, dijo el jefe del Departamento de biología de la reproducción del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Un aspecto comprobado es que existe una relación directa entre el porcentaje de grasa corporal y la aparición de la pubertad temprana, etapa en la mujer que se puede adelantar entre uno o dos años, además de la correlación entre el Índice de Masa Corporal (IMC) y la irregularidad del ciclo menstrual, lo que quiere decir que a mayor IMC, el ciclo es más prolongado y hay más alteraciones menstruales, expuso el maestro en biología de la reproducción por la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Otra de las evidencias epidemiológicas, muestran una relación entre el Índice de Masa Corporal y un mayor tiempo de estos pacientes para lograr el embarazo. En específico, aquellas mujeres que tienen un IMC mayor a 30, tienen por lo regular hasta 10 meses de espera para poder llevar a cabo un embarazo. (El IMC se calcula considerando el peso corporal y la estatura del sujeto).
“El trabajo de los doctores Gilberto Tena y Carlos Morán, Ovarian morphology and endocrine function in polycystic síndrome, ejemplifica lo que pasa en relación a las alteraciones morfológicas estructurales del ovario con el IMC. (El ovario poliquístico es una patología en la que hay un quistes en los ovarios, alteración de las hormonas femeninas, alteraciones del ciclo menstrual y subfertilidad o infertilidad).
“En las pacientes con ovario poliquístico hay una concordancia entre el perímetro de la cintura y el perímetro de la cadera. Parecería ser que esta grasa visceral jugara un papel muy importante en el desarrollo de la génesis de este ovario poliquístico. Además de que también existe una relación directamente proporcional entre el IMC y el riesgo relativo a la infertilidad”, señaló el miembro de la Asociación Mexicana de la Medicina de la Reproducción.
El doctor Víctor Vital dijo que algo que funcionaría muy bien en México serían las clínicas preconcepcionales, para que las pacientes con sobrepeso u obesidad, antes de buscar un embarazo, lograran un IMC entre 20 y 25, a través de una dieta balanceada y ejercicio.