El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique recibió la víspera el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2012 en Lima (Perú), en medio de una polémica que consideró que no debería darse a un escritor que fue acusado por plagio de artículos periodísticos en años anteriores.
La Feria Internacional del Libro (FIL) informó, en un comunicado, que su directora Dulce María Zúñiga entregó el galardón al autor de «El huerto de mi amada» por su destacada trayectoria literaria. Dotado con 150.000 dólares, el Premio FIL de Literatura es uno de los mayores galardones literarios del mundo iberoamericano.
Fue creado por iniciativa de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 1991, año en que lo recibió el chileno Nicanor Parra.
El jurado, integrado por los escritores Jorge Volpi, Julio Ortega, Leila Guerriero, Margarita Valencia, Mark Millington y Mayra Santos-Febres, coincidió en que Echenique es un «gran cronista de la vida y las búsquedas literarias y políticas de los latinoamericanos».
«Su prosa está plena de humor, sentido satírico y un estupendo registro de la oralidad», agregó.
«Desde una melancolía bien temperada y una irónica nostalgia por los años idos, construye mundos y personajes entrañables con quienes los lectores establecen empatía inmediata», destacó el jurado que en septiembre pasado decidió otorgarle este galardón por unanimidad.
Además del Premio FIL de Literatura 2012, Bryce Echenique también ha sido reconocido con el Premio a la Mejor Novela Extranjera 1974 (Francia) por «Un mundo para Julius»; Premio Nacional de Narrativa de España (1998) por «Reo de nocturnidad», y Premio Planeta 2002 por «El huerto de mi amada».
Entre otras obras de Echenique destacan: «Tantas veces Pedro», «La vida exagerada de Martín Romaña», «El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz», «Dos señoras conversan», «No me esperen en abril», «La amigdalitis de Tarzán», «Las obras infames de Pancho Marambio» y «Dándole pena a la tristeza».
El escritor fue sancionado por el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de su país por plagiar 16 artículos periodísticos publicados en diversos medios de comunicación.
El autor argumentó en su defensa que los artículos no se habían publicado en Perú, por lo que no podía pretender protección de las normas nacionales, y que fueron publicados sin su autorización, por lo que negó ser el autor.