La Universidad Veracruzana (UV) fue nuevamente sede de las mesas que el Consejo Consultivo de Ciencias (CCC) de la Presidencia de la República organiza para saber “Hacia dónde va la ciencia en México”, y en esta ocasión investigadores de reconocimiento nacional hablaron de las neurociencias.

         Con la finalidad de tomar mejores decisiones en cuanto a la distribución de los recursos y apoyo para el desarrollo de la ciencia en nuestro país, el CCC, el Conacyt, la Academia Mexicana de Ciencias y la UV convocaron al investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, Ricardo Tapia Ibargüengoytia; Carlos Beyer Flores, del Centro de Reproducción Animal de la Universidad Autónoma de Tlaxcala; Raúl Paredes Guerrero, director del Instituto de Neurobiología de la UNAM; José Ramón Eguibar Cuenca, del Instituto de Fisiología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y Víctor Alcaraz Romero, de la Facultad de Psicología de la UV.

         En el auditorio del Museo de Antropología de Xalapa, el secretario académico de la UV, Porfirio Carrillo Castilla, destacó la trayectoria de cada uno de los participantes –quienes han ganado premios nacionales de ciencias– y de su aportación a las neurociencias en México. Tal es el caso de Carlos Beyer, cuyo nombre lleva uno de los Premios Ciudad Capital que ofrece el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (DF).

         Rigoberto Aranda Reyes, secretario ejecutivo adjunto del CCC, comentó que por primera vez en México se crea una estrategia enmarcada en el programa “Hacia dónde va la ciencia en México” para crear mejores políticas públicas. Informó que de febrero a la fecha se han organizado 63 mesas redondas con la participación de más de 300 científicos de diversos temas. Para evitar centralismo, agregó, la mitad de las mesas se realizaron fuera de las instituciones del DF.

         Como parte de la mesa “El futuro de las neurociencias en México”, el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2002, Ricardo Tapia, consideró que los descubrimientos relacionados con la sinapsis son del mismo nivel de trascendencia que los hechos con el ADN, ya que el cerebro es el responsable de todas las actividades humanas.

Tapia Ibargüengoytia, también Premio Universidad Nacional en Investigación en Ciencias Naturales, abundó en el tema de la sinapsis al decir que es uno de los misterios más grandes que sigue guardando es la esquizofrenia y el autismo.

         El Investigador Nacional de Excelencia habló sobre algunos de los avances que se han realizado para usar luz en el estudio de los circuitos neuronales y de esta forma evitar los cortes que se hacían comúnmente para estudiar el cerebro. Mediante la técnica de la optogenética –que en México no se usa, según indicó– se estudia el uso de las moléculas sensibles a la luz para que se active o inhiba un circuito.

Habló también de las “drogas listas” que se utilizan de forma creciente entre la población universitaria, y que ayudan en cierta forma a hacer a las personas más inteligentes. Sin embargo, aquí radica un problema ético pues cómo se decide a quién prescribir dichas drogas.

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