La Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la UNESCO designó el 23 de septiembre como el Día Mundial del Corazón, como una estrategia para para informar a la gente de todo el mundo que las enfermedades cardíacas y los accidentes vasculares cerebrales son la principal causa mundial de muerte y divulgar conocimientos sobre estos males, su prevención, control y tratamiento.
El 29 de septiembre de 2000 fue la primera vez que se celebró, a nivel planetario y de forma coordinada entre todos los países. Su objetivo principal es concienciar sobre los factores de riesgo de esta enfermedad, y tratar de reducirlos al mínimo al mantener el peso corporal controlado y hacer ejercicio regularmente.
Las enfermedades cardiovasculares (como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular) son las más mortíferas del mundo, tanto que cada año cobran 17.3 millones de vidas.
En colaboración con la OMS, la Federación Mundial del Corazón organiza en más de 100 países actos como controles de salud, caminatas organizadas, carreras, sesiones de gimnasia, charlas públicas, representaciones teatrales, foros científicos, exposiciones, conciertos, festivales y torneos deportivos.
Por lo menos 80 por ciento de las enfermedades prematuras del corazón, accidentes vasculares cerebrales y diabetes tipo 2 pueden ser prevenidas.
El lema central del Día Mundial del Corazón, que cuenta con el patrocinio de la UNESCO y la OMS, fue: «Amo a mi Corazón. Dejadlo latir».