Dos estudiantes de la Universidad Nacional (UN) de Colombia, evidenciaron que los granos de café molido adsorben metales pesados del agua,  como el cadmio (un metal pesado subproducto de la minería y de los procesos de refinamiento de zinc que es el de mayor impacto en el país), y a la vez evidenciaron el gran potencial de retención de residuos que tiene este fruto.

John Alexander Pachón Morales y Nathalie Gisela Vega Ávila, estudiantes de Ingeniería Química, de la UN, con este trabajo ganaron el premio a la mejor ponencia en el XXII Encuentro Nacional de Estudiantes de Ingeniería Química y de Procesos (ENEIQ), de su país, que este año se celebró en la Universidad del Valle, de Cali, Colombia

En su ponencia indican que los metales pesados están entre los principales contaminantes del agua y que estos causan daños a los suelos expuestos a esas aguas.

Según Jairo Téllez Mosquera, coordinador académico de la Maestría en Toxicología de la UN, el cadmio es considerado internacionalmente un cancerígeno. Además, causa la enfermedad conocida como itai-itai, que deforma los huesos y causa dolores y pérdida de funcionalidad en las articulaciones, especialmente de los huesos largos.

Téllez Mosquera recuerda que, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), los niveles máximos aceptados de cadmio en alimentos están entre las 2 y las 40 partes por mil millones (ppb), cantidades que son muy pequeñas. Para el agua es de 50 ppb y para cultivos, de 250 ppb.

 

Las fuentes de contaminación

 

“Este problema es ocasionado por diferentes factores, entre las cuales se encuentran: la minería, soldaduras, pirotecnia, gasolina, pinturas industriales, electrónica, aleaciones, pilas eléctricas”, señalan los estudiantes.

Además, dicen, la mayoría de los métodos utilizados actualmente para remover los contaminantes del agua son poco eficientes y demasiado costosos.

“Todos los hallazgos indican que los granos de café pueden emplearse como un bioadsorbente de cadmio en soluciones acuosas, que exhibe ventajas económicas y de efectividad, aplicación y disposición”, afirman.

 

El proceso

 

Los estudiantes puntualizan que, luego de preparar los granos y las soluciones de metal en diferentes concentraciones, efectuaron los experimentos sobre un litro de solución. Después trataron las mezclas con el café y filtraron las soluciones al vacío.

“Hicimos análisis de espectrofotometría de absorción atómica (EAA) de la solución filtrada para así obtener la concentración de cadmio remanente”, dicen. Y agregan que obtuvieron un grado de remoción máximo luego de setenta minutos de comenzado el experimento.

“La capacidad máxima de adsorción encontrada es de 7,91 mg de metal por gramo de adsorbente, que es un valor intermedio en comparación con el de otros adsorbentes empleados para fines similares”, aseguran.

También cuentan que llevaron a cabo estudios termodinámicos, cinéticos y de equilibrio de los resultados, lo que les permitió llegar a estas conclusiones.

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