Un nuevo estudio, en el que se usa información de un par de satélites medidores de gravedad de la NASA, descubrió que amplias partes de la región árida del Medio Oriente han perdido rápidamente reservas de agua potable, durante la última década.
Científicos de la Universidad de California en Irvine; el Centro Goddard de Vuelo Espacial de la NASA en Greenbelt, Maryland, EUA; y el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, EUA; encontraron que durante un periodo de siete años, comenzando en el 2003, partes de Turquía, Siria, Irak e Irán, a lo largo de las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates, perdieron 144 kilómetros cúbicos de su total de agua dulce almacenada, eso es casi la cantidad de agua existente en el Mar Muerto. Los investigadores atribuyen cerca de un 60 por ciento de la pérdida al bombeado de los mantos freáticos.
Los descubrimientos, que serán publicados el viernes 15 de febrero en el semanario Investigación de Recursos Hidráulicos, son el resultado de uno de los primeros cálculos hidrológicos comprehensivos de toda la región del Tigris-Éufrates y occidente de Irán. Debido a que obtener información a nivel terrestre es difícil en esa área, la información satelital, como la obtenida por los satélites gemelos Recuperación Gravitacional y Experimento Climático (GRACE) de la NASA, es esencial. GRACE está proveyendo una imagen global de las tendencias en el almacenamiento del agua, la cual es invaluable cuando las observaciones hidrológicas no se obtienen colectivamente o se comparten más allá de las fronteras políticas.
“La información de GRACE muestra un alarmante índice en el decrecimiento del almacenaje total de agua en las cuencas del Tigris y el Éufrates, que actualmente tienen el segundo mayor índice mundial de pérdida de agua subterránea, después de la India,” dijo Jay Famiglietti, investigador principal del estudio e hidrólogo y profesor de la Universidad de California en Irvine. “El índice fue especialmente notable tras la sequía del 2007. Mientras tanto, la demanda de agua potable continua a la alza, y en la región no existe una coordinación en el manejo del agua debido a las diferentes interpretaciones de las leyes internacionales.”
Famiglietti dijo que GRACE es como tener una balanza gigante en el cielo. Dentro de una región determinada, el incremento o decremento en las reservas de agua alteran la masa de la Tierra, influyendo en que tan fuerte es la atracción gravitacional local. Al medir periódicamente dicha gravedad regional, GRACE nos dice que tanto cambia el almacenamiento de agua en cada región con el paso del tiempo.
“GRACE es en verdad la única manera en la que podemos estimar los cambios en el almacenamiento de agua subterránea desde el espacio, por el momento,” dijo Famiglietti.
El equipo calculó que cerca de un quinto de la pérdida observada de agua se debe a que el suelo se ha secado y existe una menor acumulación de nieve, parcialmente en respuesta a la sequía de 2007. La pérdida de agua de las superficies de lagos y reservas significó otro quinto de las pérdidas. La mayoría del agua perdida – aproximadamente 90 kilómetros cúbicos –fue debido a la reducción de los mantos freáticos.
“Esa es suficiente agua para cubrir las necesidades de hasta más de cien millones de personas en la región anualmente, dependiendo de los estándares de uso de agua y su disponibilidad,” dijo Famiglietti.
Famiglietti mencionó que cuando una sequía reduce el suministro disponible de agua superficial, los irrigadores y otros usuarios de agua se vuelven hacia los mantos freáticos. Por ejemplo, el gobierno Iraquí perforó cerca de mil pozos en respuesta a la sequía del 2007, un número que no incluye los numerosos pozos privados que los terratenientes probablemente perforaron.
“El manejo del agua es un asunto complejo en el Medio Oriente, un área que ya se enfrenta a reservas de agua limitadas y especuladores rivales,” dijo Kate Voss, autora líder del estudio y socia de la política de agua con el Centro de Modelaje Hidrológico de la Universidad de California en Irvine, que Famiglietti dirige.
“El Medio Oriente, para comenzar, no tiene tanta agua, y es una parte del mundo que con el cambio climático experimentara menos lluvia,” dijo Famiglietti. “Esas áreas secas se volverán mas secas. El Medio Oriente y las demás zonas áridas del mundo necesitan manejar sus recursos acuáticos disponibles lo mejor que puedan.”
El coautor del estudio, Matt Rodell, de Goddard, añadió que es importante recordar que los mantos freáticos también están siendo explotados de forma insustentable en algunas partes de los Estados Unidos.
“Los mantos freáticos son como tu cuenta de ahorros,” dijo Rodell.”Está bien tomar de ella cuando lo necesites, pero si no se vuelve a llenar, eventualmente se irá.”
GRACE es una misión conjunta con el Centro Alemán Aeroespacial y el Centro Alemán para la Investigación de las Geociencias, en colaboración con la Universidad de Texas en Austin.