El sismo del miércoles 16 de septiembre de 2015, con epicentro en la costa chilena, se produjo como resultado del movimiento generado a lo largo de fallas de empuje en el contacto entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamérica. Los datos indican que la placa de Nazca se está moviendo hacia el este-noreste a una velocidad de 74 milímetros al año con respecto a la Sudamericana, generándose un mecanismo llamado subducción.
A partir de la intensidad del evento (8’3 grados), el sismo y varias réplicas lograron percibirse por la población en la llanura pampeana, incluso en Santa Fe. Se trata de un indicador que se suma a los datos que el grupo de investigación de la UNL (Geomorfología y Geología del Cuaternario) que coordina Daniela Kröhling (docente-investigadora de la UNL-CONICET) viene generando hace varios años en la región. En el grupo participan como investigadores principales dos geólogos locales, ambos investigadores del CONICET (Kröhling y Ernesto Brunetto), junto a becarios de diferentes disciplinas.
“En el marco de un proyecto, financiado por la UNL, estamos llevando a cabo una investigación integral sobre la evolución geológica de la llanura pampeana norte. El abordaje original de la investigación de la evolución del paisaje incluye el análisis del efecto de los procesos endógenos, es decir, de los procesos que se originan en el interior de la Tierra y que se relacionan con el movimiento de las placas tectónicas”, explicó Kröhling.
Según la investigadora, el estudio también comprende el análisis de los procesos externos sobre la superficie terrestre, condicionados por factores climáticos, como los procesos fluviales y eólicos, entre otros.
Deformaciones tectónicas
Estudios previos llevadas a cabo por este grupo de investigación reportaron la existencia de deformaciones tectónicas recientes en la Pampa, “evidenciados por la existencia de fallas tectónicas (por ejemplo el sistema de Fallas Tostado-Selva, Falla Rafaela, Falla El Trébol) limitando bloques de terreno que han sido levantados, otros hundidos obasculados, y que corresponden a morfoestructuras regionales (como la Depresión Tectónica de Mar Chiquita, el Bloque Elevado de San Guillermo, el Bloque de San Cristóbal)”, detalló Kröhling.
“Incluso fallas inferidas en el paisaje generaron perturbaciones en la red fluvial de la provincia de Santa Fe, representada por antiguos cauces modificados por tectónica, entre varios indicadores más”, continuó. Estos datos deberían ser tenidos en cuenta en estudios hidrológicos, frente a los escenarios de cambios climáticos.
“La influencia del control tectónico sobre el relieve de la llanura que abarca el este de la provincia de Córdoba, la provincia de Santa Fe y el sudoeste de la de Entre Ríos es clara. Si bien estamos alejados de la trinchera o fosa vinculada a la subducción de la Placa de Nazca por debajo de la Sudamericana, nuestros datos indican que en este segmento de subducción plana la deformación es mayor que en otras zonas del este del continente”, remarcó la investigadora y aseguró que esta deformación “ha sido responsable, por ejemplo, de la generación de relieves de hasta 30 metros de desnivel en el centro-oeste de la provincia de Santa Fe en los últimos 100 mil años”.
La disciplina que analiza los efectos en el paisaje vinculados a causas endógenas se denomina Geomorfología Tectónica, ampliamente desarrollada en ambientes dinámicos como la zona andina o las Sierras Pampeanas. Pero “en esta región el análisis resulta novedoso gracias al desarrollo de productos modernos, como los Modelos Digitales de Elevación, que junto con gran información de campo permiten modelar el paisaje”, dijo Kröhling. Además, herramientas geodésicas tales como la medición de la dirección y velocidad de desplazamiento de las estaciones permanentes de GPS distribuidas en ciudades localizadas en la llanura indican desplazamientos significativos, que vienen siendo analizados por Franco Sobrero y Brunetto.
Presentación de resultados en Chile
Casualmente estos resultados recabados en el marco del proyecto de investigación de la UNL serán presentados en el Congreso Geológico Chileno a realizarse en La Serena, Coquimbo, del 4 al 8 de octubre de este año. Kröhling además organiza allí un taller y una excursión científica de campo, como coordinadora de un grupo de trabajo internacional que se focaliza en el análisis integrado de los factores que generaron cambios en el paisaje de diferentes ambientes de Sudamérica durante el período geológico más reciente (Cuaternario).
Dichos estudios aportan además información clave para el manejo y planificación territorial y el pronóstico. Otro resultados fueron expuestos este año en el Congreso Internacional de la Unión Internacional para el Estudio del Cuaternario (INQUA), realizado en Japón, y en una reunión internacional del Grupo de Paleosismología del INQUA, en Italia.
(UNL/DICYT)