En Europa, al menos, se están desarrollando superbacterias resistentes incluso a fármacos de última generación, utilizados como último recurso y conocidos como carbapenémicos, anunció el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés)el organismo de supervisión de enfermedades de la Unión Europea (UE), mediante un informe que hizo publico, en el cual puntualizó que este fenómeno se debe al mal uso de los antibióticos.
Paradójicamente, Eurobarómetro 2013 sobre resistencias antimicrobianas, cuyos resultados también acaban de ser presentados, muestran la creciente conciencia pública de que los antibióticos no matan los virus, por lo que se registra una disminución en el uso de antibióticos en los seres humanos desde 2009.
Ambos anuncios se hicieron ante la proximidad del Día Europeo para el Uso Prudente de Antibióticos, el 18 de noviembre, durante el cual se pretende aumentar la conciencia sobre la amenaza para la salud pública de la resistencia a estos fármacos.
El anuncio del ECDC se realizó en Londres, donde la agencia refirió que la proporción de infecciones resistentes a los antibióticos carbapenémicos se incrementó abruptamente en los últimos cuatro años -particularmente en el sur de Europa- y prácticamente todos los países han registrado casos de este tipo.
Marc Sprenger, director del ECDC, afirmó que la situación se ha vuelto realmente preocupante, porque «los carbapenémicos son los antibióticos de último recurso”.
El temor de las autoridades médicas es que de continuar esta tendencia, en un futuro podría presentarse el fenómeno de que incluso las infecciones más leves no puedan ser tratadas con antibióticos.
Los casos más graves presentados en Europa han sido infecciones del flujo sanguíneo, aunque las bacterias resistentes a los medicamentos provocan sobre todo problemas graves en las vías respiratorias y urinarias.
Las infecciones de la sangre por la «Klebsiella pneumoniae», la más común en pacientes hospitalarios resistentes al tratamiento con antibióticos carbapenémicos, estuvo por encima del 5 por ciento en 2012 en cinco países: Grecia, Chipre, Italia, Rumania y Eslovaquia, lo cual provocó alarma porque este umbral sólo había sido rebasado por Grecia y Chipre en 2009.
La ECDC también muestra una preocupación creciente por surgimiento de la bacteria «Acinetobacter» resistente a los carbapenémicos, que ahora provoca más de la cuarta parte de las infecciones en ocho de los 18 países de los que emitieron informes.
«Desde 2009, se ha vuelto cada vez más común que los hospitales tengan que enfrentarse con pacientes en tratamiento que tienen infecciones resistentes a los carbapenémicos, lo que significa a menudo que se usan medicamentos viejos y tóxicos», Sprenger.
Ante esta situación, además de la necesidad de un uso más prudente de los antibióticos, incluida una mayor concienciación entre la ciudadanía de que no pueden matar virus sino sólo infecciones bacterianas, también se puntualizó en que se debe generar más investigación sobre nuevos tipos de antibióticos.
Eurobarómetro 2013 sobre resistencias antimicrobianas
Los comisarios de salud e investigación de la Unión Europea (UE), Tonio Borg y Máire Geoghehan-Quinn, presentaron los resultados sobre el Eurobarómetro 2013 sobre resistencias antimicrobianas, en lo que corresponde al uso y conocimiento de los antibióticos en los 28 países de la UE.
Los datos revelan la creciente conciencia pública de que los antibióticos no matan los virus y registran una disminución en el uso de antibióticos en los seres humanos desde 2009.
«Estoy profundamente preocupado por el hecho de que los antibióticos, que nos han permitido tratar infecciones bacterianas previamente letales y salvar muchas vidas, son cada vez menos y menos eficaces”, ha explicado Borg.
Por ello, la Comisión Europea está intensificando la lucha contra la resistencia antimicrobiana a través de la financiación de 15 nuevos proyectos de investigación y la armonización de las normas sobre la recopilación de datos sobre dichas resistencias relacionados con animales y alimentos.
«La investigación y la innovación son esenciales si vamos a cambiar el rumbo de la resistencia a los antimicrobianos. Estos nuevos proyectos podrán desarrollar nuevos medicamentos y tratamientos», ha añadido Geoghegan-Quinn.
El estudio publicado refiere que el 35% de los encuestados en los países de la Unión Europea, afirmó haber tomado antibióticos en los últimos 12 meses; el 87% obtuvo los medicamentos por prescripción médica, el 8% administrado por un médico, el 2% de una prescripción anterior y el 3% sin receta en la farmacia.
Las infecciones que ocasionaron este consumo fueron bronquitis (18%), gripe (18%), resfriado (13%), dolor de garganta (11%) e infección de las vías urinarias (9%).
El problema de las resistencias
Un antimicrobiano es una sustancia que mata o inhibe el crecimiento de microbios, como bacterias, hongos, parásitos o virus. Entre ellos se incluyen los antibióticos, que han disminuido sustancialmente la amenaza de enfermedades infecciosas y son utilizados en procedimientos como el trasplante y la quimioterapia.
Sin embargo, en los últimos años las bacterias se han hecho resistentes a los antibióticos. Esta resistencia se ha manifestado en infecciones nosocomiales y de las vías respiratorias, meningitis, enfermedades diarreicas e infecciones de transmisión sexual.
Las bacterias resistentes pueden ser transferidas de los animales a los seres humanos a través de la cadena alimentaria o por contacto directo.
(Con información de agencia y SINC)