En México hace falta literatura con temas de discapacidad

Eduardo Cañedo Lomán

Ixtaczoquitlán, Ver.- Esther Hernández Palacios Mirón, directora general de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana, presentó su más reciente libro, El Cromosoma de Beatriz, en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de este campus.

Ante estudiantes, académicos y público general, relató que el texto fue escrito a invitación expresa de un allegado, con el pretexto de participar en la convocatoria de concurso lanzada por una de las casas editoras de mayor trayectoria en México, la cual especificaba que la historia debería tratar un tema de discapacidad.

Lourdes Cortés Castill, egresada de la Especialidad en Promoción de la Lectura, y la autora fueron las encargadas de dar a conocer la obra literaria, la cual, a pesar de estar dirigida principalmente al público infantil, es enriquecedora para otro tipo de lectores, pues la protagonista vive una situación vulnerable al padecer síndrome de Down.

Para Esther Hernández Palacios su amor por la literatura se dio desde muy niña

“En México y en el mundo tenemos muy pocas referencias de textos literarios que incluyan a personas con discapacidad, vivimos en una cultura de segregación para hacer invisibles a estas personas, por ello que este libro adquiere aún mayor relevancia, pues nos ofrece la oportunidad de entender la importancia de tomar en cuenta a toda la sociedad sin importar sus rasgos físicos o diferencias, de ver su alma, que es lo verdaderamente valioso”, opinó Cortés Castill.

Exhortó a los asistentes a acercarse al mundo de la lectura, haciendo referencia a que ésta “no es una cuestión meramente escolar, el gusto por la misma se debe ir adquiriendo poco a poco, no es un proceso inmediato, se deben conocer varios autores, varias historias, muchos personajes antes de verdaderamente apasionarse por los libros”.

Por su parte, Hernández Palacios reseñó su amor por las letras, que inició desde la niñez, pues su madre fue de las primeras promotoras de lectura infantil en México en el periodo del Porfiriato. “En aquellos años los libros infantiles no eran como hoy, estaban hechos más bien para que se leyeran a los niños, tenían muy pocas ilustraciones y no eran nada atractivos”.

Asimismo compartió con los asistentes su incursión al mundo de la lectura para niños, la cual empezó con una invitación para publicar lo que en ese entonces era muy escaso en el país: libros infantiles. “Yo estudié Letras, mis escritos eran muy diferentes, tenía algunos textos académicos y algo de poesía. Cuando mis hijas eran pequeñas acostumbraba leerles y fue cuando comencé a inventar historias”, que luego se plasmarían en exitosos cuentos infantiles gracias a la invitación de un amigo editor.

Respecto a El Cromosoma de Beatriz comentó: “Tenía que escribir algo, pero no quería hacerlo desde mi situación de madre, quería que vieran a Beatriz –su hija y protagonista del cuento– desde la mirada de alguien que siempre la trató como un igual, es por ello que decidí que la narradora de la historia fuera mi hija mediana, pues ella siempre la vio sin ningún prejuicio, retándola en cada momento pues lo que menos quería era despertar algún sentimiento de lástima”.

El tema de la discapacidad e inclusión está en boca de todos en estos tiempos, no obstante “se requiere información y literatura para lograr que esta moda se vuelva una convicción entre la sociedad, es lamentable que en México las personas con discapacidad intelectual no tengan derechos civiles”.

Para finalizar la presentación, Beatriz, quien se encontraba en primera fila como orgullosa acompañante y espectadora del evento, comentó a los asistentes: “Quienes tenemos síndrome de Down queremos y exigimos que nos den independencia para ser útiles, para planificar y hacer una vida, queremos una ley que nos considere ciudadanos”.

Cabe resaltar que Beatriz hoy está por concluir el bachillerato abierto y es amante de la fotografía.