Galaxias en los comienzos del Universo, entre materia oscura- NRAO/AUI/NSF; D. Berry

Galaxias en los comienzos del Universo, entre materia oscura- NRAO/AUI/NSF; D. Berry


Solo el 5 por ciento de lo que hay en el universo está integrado por la materia ordinaria, aquella de la que estamos hechos nosotros y las galaxias; sin embargo, no se sabía dónde estaba la mitad de esta materia. Hace unos días, un grupo de científicos la descubrió en el medio intergaláctico, formando filamentos entre las galaxias.

 

La teoría del Big Bang calcula cuánta materia ordinaria o bariónica se debió de haber formado durante el proceso del surgimiento del universo. “No obstante, si vemos la materia que forma las estrellas y galaxias es apenas el 20 por ciento de lo que predecía el Big Bang”, explicó en entrevista el astrónomo Yair Krongold Herrera, quien integra la comunidad científica internacional que realizó este descubrimiento.

 

El investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (IA-UNAM) comentó que una de las ideas es que, conforme se van formando las galaxias, la materia es atraída hacia zonas más densas en donde se comprime y aumenta su temperatura. Pero siguiendo las predicciones de la teoría, otra parte de ese material debería de estar en una zona muy caliente, a un millón de grados centígrados y con una densidad muy baja.

 

Siguiendo esta pista, los científicos apuntaron sus telescopios por 18 días hacia un cuásar muy lejano y brillante que es una galaxia que tiene en su centro un agujero negro que devora mucha materia por lo que emite rayos X y tiene una gran luminosidad. “Para darnos una idea: la zona central emite mil veces más luz que el resto de toda la galaxia completa”, dijo.

 

El propósito era usar esta emisión de rayos X para ver la absorción de la materia bariónica que está contenida entre las galaxias, tal como se usan para observar un hueso. Esta técnica es óptima dado que es muy difícil detectar a la materia intergaláctica por su baja densidad y su alta temperatura. “Usando el telescopio espacial XMM-Newton de rayos X los encontramos ocultos entre las galaxias a manera de filamentos. Su densidad es tan baja que si tuviéramos una caja de un metro por un metro encontraríamos dentro sólo un átomo de esta materia. Pero el espacio donde se encuentra es tan grande que si los sumamos, da cuenta del otro 50 por ciento de materia ordinaria que haría falta”.

 

Este descubrimiento les tomo 12 años al grupo de científicos por lo que era importante corroborarlo por varios medios, esta vez con el Gran Telescopio Canarias desde la tierra. Metafóricamente, es como si contaran  con una avenida súper iluminada, trazada de la tierra al cuásar donde se pretende ver la sombra de esta materia ordinaria al pasar pues buscarla a simple vista sería imposible ya que la materia ordinaria no emite mucha luz. “Es más fácil ver la sombra de un objeto cuando está contrastado con un objeto brillante, que verla directamente”.

 

Este descubrimiento se publicó recientemente en la Revista Naturey marca solo el inicio de nuevas dudas. “Significa mucho para nosotros porque después de buscarla por muchos años es muy satisfactorio. Este hallazgo es solo el inicio, ahora hay que buscarlo en todos lados y mirar las propiedades físicas, lo que nos permitiría comprender cómo se han ido formando las estructuras del universo incluidas las galaxias y sus cúmulos”, comentó.

 

Finalmente, estos resultados consolidan la teoría del Big Bang, una de las teorías más aceptadas sobre el origen del universo; de acuerdo con ella, todo debe de estar en equilibrio, por lo que la materia bariónica debe constituir el 5% para mantener ese equilibrio.

Al igual que el doctor Yair Krongold, hay otros dos científicos mexicanos involucrados: los doctores Divakara Mayya y Daniel Rosa, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).

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